Cada viernes coincido en el autobús con un grupo de estudiantes de segundo de bachillerato (nuestro COU). Siempre comentan sobre sus clases o aprovechan para un repaso de última hora si toca examen. El viernes pasado tenían uno de Filosofía. Iban mencionando autores y a su vez calificandolos con adjetivos muy similares a los utilizados previamente para referirse a su profesor/a hasta que uno de los chicos confiesa que ni se ha mirado a Wittgenstein, hecho al que otro más le da validez universal con un fantástico: "Todo el mundo pasa de Wittgenstein", que se me antoja bastante lógico si me permites el chiste.
Ese mismo día a eso de las dos llovía el Océano Atlántico de vuelta a Madrid con el consiguiente atasco e indignación de Laura, fácilmente indignable por otra parte, quien cree que el tráfico debe estar regulado por alguna especie de lógica interna totalmente incomprensible para los humanos, porque si no no se entiende que cada vez que llueva...mientras la radio habla de tráfico detenido en la Nacional II, como si eso no fuera en sí una enorme contradicción.
Y, claro, de aquí a Wittgestein para quien el mundo es una totalidad lógica (el objetivo es encontrar esa lógica. En el lenguaje, por ejemplo) en la que A+B = C, siempre que A y B sean constantes (esto es Newton, por cierto, pero menos alemán) El problema es que todos pasamos del pobre Wittgestein y nos vamos creando nuestra propia lógica y nuestro lenguaje contradictorio, de ahí que tráfico detenido (si hay tráfico no puede estar detenido) o atasco aleatorio siempre que llueva aunque no haya accidentes ni nada.
Mira
estas imágenes son posteriores al partido que perdió Estudiantes el pasado domingo, y con él la posibilidad de jugar la liga el próximo año. Ya me dirás en qué lógica cabe que los aficionados se mantengan en sus asientos hasta veinte minutos después de finalizado el partido, más aún cuando el equipo ha perdido.
Es que los humanos no somos lógicos, por eso somos humanos. A+B nunca es C porque es imposible que A y B sean constantes, que tú y yo seamos constantes, que no nos altere, aunque sea un poquito, cada vez que nos vemos, que nos miramos, que nos hablamos, que no nos vemos, que no nos hablamos, que etc.
y en ese caso las consecuencias pueden ser imprevisibles.
2 comentarios:
Bueno Julio, es que ya sabes que en la Demencia, como su nombre dice, estamos dementes y queremos mucho a nuestro equipo y a Pepu, que se nos fue hace tiempo... Y es que todas las aficiones deberían apoyar así a sus chicos y no quererles sólo cuando ganan (eso es de chaqueteros).
qué susto!!! cuando he visto que tenía un comentario tuyo pensé que te ibas a poner a teorizar sobre el Círculo de Viena o algo.
Es verdad, los seguidores de Estudiantes estamos bastante locos. A ver si la próxima temporada nos vemos en algún partido.
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