El periódico siempre ha sido un objeto cotidiano en casa. Recuerdo vagamente el Ya siendo muy niño o ABC, curioso que los diarios católico y conservador cuando en casa ni lo uno ni lo otro, supongo que venían de prestado; mi hermano mayor trabajaba en un bar. El caso es que aprendí a leer muy pronto y me divierte pensar que leyendo semejantes cosas aunque apenas hayan tenido influencia, como tampoco, no sé, Blancanieves, lo que no deja de ser un debate interesante sobre la inlfuencia de las lecturas precoces, pero no voy a eso sino al periódico. Crecí teniendo clarísimo que estudiaría Periodismo y ya en el instituto compraba asiduamente El Sol que además regalaba libros, bastante cutres, porque lo editaba Anaya y tiraba de catalogo, supongo. El Sol sólo estuvo en la calle un par de años con lo que, tras su cierre, me pasé a Diario 16 que en esa época sobrevivía, pese a tener enormes deudas, gracias al impulso que le había dado el caso Roldán. Pero Diario 16 iba degenerando en una especie de panfleto antiPSOE y, aunque una vez salimos en una foto, rodeados de policias frente a los juzgados de Plaza Castilla en protesta por el desalojo de La Guindalera, no fue suficiente para que se consumara la deserción hacia El País. A todo esto ya había quedado demostrado que, cosas de la nota de corte, no sería periodista y me pasaba los días en la cafetría de la facultad de Historia empapándome de Vázquez Montalbán o de Haro Tecglen sin que por ello, a medida que más cosas aprendía, más veces me enfadaba con El País por su marcado conservadurismo al tratar temas latinoamericanos o por ignorar a la izquierda del PSOE o por las páginas a cuatro columnas que le ofrecía al impresentable de Vargas Llosa, momentos de enfado en los que emigraba a El Periódico de Catalunya, como mejor alternativa. Pero siempre un periódico en casa.
En 2007 por fin apareció un diario con el que me sentí plenamente identificado, Público, que desde el inicio se convirtió en mi periódico y que también desde el comienzo de A veces llueve ha contado con un enlace permanente invitándoos a que le echárais un vistazo. Cierto que en seguida Público pasó de ser un diario claramente de izquierdas, con colaboradores de la talla de Javier Ortíz, Fabretti, Taibo, Reig, en ocasiones Chomsky, Galeano, a moderarse en extremo tras la llegada de Elkaizer a la dirección adjunta, pero aún así era claramente un diario mucho más progresista que cualquier otro de los publicados en papel.
No voy a ponerme melancólico ni nada ahora que ha cerrado su edición en papel, es más, creo que si ha dejado de ser un periódico en papel es porque no tenía demasiadas ventas, yo mismo soy reponsable de ello pues en los últimos tiempos sólo lo he comprado de forma ocasional, y sobre todo para amenizar las tediosas mañanas veraniegas en el pueblito. Pero atendiendo a las mismas palabras de Público su edición digital alcanza los 5.5 millones de visitantes al día, siendo la cuarta página de información más visitada en España. El lector medio de Público es relativamente joven, con un nivel cultural medio-alto y posicionado a la izquierda del espectro político, posiblemente también responda a un perfil que se maneja fácilmente con las nuevas tecnologías y, teniendo en cuenta que la web de Público se mantiene, lo que, por otra parte supone una reducción en el número de periodistas necesario para su edición (con los consiguientes despidos que ha provocado el cierre de la edición impresa)... digo, que quizá estamos en el inicio de eso que pronosticaban los agoreros sobre los periódicos de papel: su desaparición para funcionar exclusivamente en la red.
No sé, pero espero que todos estos cambios no provoquen un verdadero cambio también en la idiosicrancia de Público y no se limite a ser una web de información sino que pueda mantener a sus colaboradores habituales, de hecho, eso es un periódico, no la mera información sino el análisis de ésta.
Por lo pronto aún no sé qué periódico voy acomprar este verano...la que se nos viene encima!
a todo esto alguno estará recordando que hace nada cerraba CNN+ y en su lugar Gran Hermano 24 horas, qué mundo!!!
5 comentarios:
Se avecinan sin duda tiempos de cambio y nada volverá a ser igual, sin embargo,no creo que sea tan fiero el león como lo pintan.
tampoco yo lo creo, Ramón. Seamos optimistas, la calle se mueve.
Pues a mi, Público siempre me ha parecido un periodico sensacionalista, algunos de sus titulares estaban pensados para confundir y escandalizar.
Aún así, siempre que desaparece un medio de comunicación es una mala noticia.
ya imaginaba, Alfonso,que un periodismo comprometido con la clase trabajadora te resultaría extraño.
Por cierto, la empresa editora ejerciendo de empresario malvado,es lo que tiene
http://www.publico.es/televisionygente/424544/la-empresa-editora-de-publico-quiere-dejar-en-la-calle-al-84-de-la-plantilla
La verdad es que no iba por ahí la cosa Julio, yo no he dicho que me resulte extraño solo he dicho que es sensacionalista. Además no me refería precisamente a las noticias económicas o políticas. si quieres te puedo dar ejemplos de titulares sensacionalistas e intencionadamente realizados para lograr hacer creer al lector algo que no es.
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