viernes, 5 de septiembre de 2008

ADIOS ADIOS

Ayer fue mi último día en el Ramiro de Maeztu, en realidad hoy debería haber ido para revisión de notas, pero he pasado. Ya sé que me quedan unos treinta años por conocer institutos, treinta años de compañeros/as fantásticos, treinta años de chicos y chicas que cambian de nombre, de peinado, de actores en sus carpetas, treinta años en los que, también sé, que será dificil que se den las mismas circunstancias que han provocado un fantástico curso para mí.
Cierto que uno de estos institutos clásicos no garantiza un buen ambiente, cierto que suele ser refugio de docentes del pleistoceno que aprobaron su oposición predemocrática y te miran por encima del hombro o con cierta condescendencia, pero también es cierto que, en ocasiones, hay alguno de esos viejos profesores de conversación y cigarrillo, de libros descatalogados y memoria histórica, de consejos que nunca pretenden ser categóricos. Este año coincidí con Jesús Hernández, Don Je, y, más aún, cuestión de horarios, con Manuel Choza, dos de estos, que son una mezcla más o menos así

LUGARES COMUNES. (A. Aristarain, 2002)

Coincidí también con un grupo de chicos y chicas estupendos, en su mayoría, de los que también he aprendido no sólo como docente sino como persona. Tengo la mala costumbre de decirles a mis alumnos que las asignaturas que imparto no sirven para nada a menos que aprendan a utilizarlas. Los conocimientos que adquieren deben ser la llave para decodificar la información que reciben, la que yo les aporto también, y cuestionarla. Lo que supone tratar a los alumnos, como adultos y como iguales.
Tengo la mala costumbre de decirle a mis alumnos que las asignaturas que imparten los demás tampoco sirven para nada, lo que provoca risas y aplausos. Alguno pregunta de qué sirve ir a clase, entonces. Algún otro conoce la respuesta, y se la calla.

Los chicos y chicas del Ramiro me han enseñado que no estoy del todo equivocado.

Me llevo algunas mañanas hablando de política, de ecología, de desarrollo sostenible, de literatura, de música, de cine, de baloncesto y, a veces, de Geografía que, en principio era de lo que se trataba. Me queda el blog de Annie y Clarie, unas cuantas fotos, un par de cigarrillos a escondidas, horas y horas de conversaciones con Choza y Don Je, un par de días de huelga y una mani-fiesta-acción desde Colón al otro lado del muro.

Me quedan unos treinta años para no olvidarme de vosotros.

BRUCE SPRINGSTEEN & THE E STREET BAND. Born to run.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aqui llega,otro año más...el mejor profesor del mundo.

Abran paso..¡y cállense!


Me encanta que sigas aprendiendo.

Clara y Ana dijo...

Oooooh tu ultimo día en el Ramiro :(...¿¿vendrás a visitarnos algún día??
Ya actualizaremos algun dia de estos, jeje ..Es que no siempre hay fotos, ganas,o tiempo.Por ahora esperamos que te valga con que cambiemos la apariencia ;P (:S ...ejem.....no has felicitado a roni...XD)