En los últimos días
han aparecido dos nuevas reseñas de “Siete años…” que apuntan a direcciones que
no había previsto. Es lo bonito de escribir, que el lector hace suyo el texto y
lo reinterpreta. En este sentido Edu habla de pintadas impresionistas que vistas de cerca no dicen nada y que en conjunto son. Por otro lado, Daniel Serrano cuenta en
diario abierto que el libro, lo llama largo poema que encierra una novela secreta, le recuerda a sus años de facultad pese a "que se desarrolle en Barcelona y haya menos ruido. Me refiero a que hay
autobuses, martes amarillos y llueve, una mujer a la que se amó, a la
que se perdió con ese absurdo anhelo de lo irreparable. Porque cuando
somos jóvenes, en realidad, anhelamos lo irreparable."
Edu menciona " referencias y alusiones que pueden aturdir al lector por poner en evidencia su inmensa ignorancia"
Y me han hecho cuestionar si el libro tendrá también una vertiente
generacional que se me escapaba. Una versión demasiado personal que implique, como cuenta un amigo de Edu, lector ocasional del libro,que se notaba que el autor lo había escrito sobre todo para él
No lo creo aunque es evidente que escribimos
desde unos parámetros en donde lo generacional influye en cierto modo,
referencias a autores, a músicos a películas que forman parte del contexto y
que no creo dificulten el seguimiento de la lectura pero me encanta que todo
eso Daniel Serrano lo haya resumido como escrito con boli bic, otra referencia
generacional en el mundo en que todos escriben directamente en el ordenador y yo
sigo tomando notas a mano, por cierto.
No creo, ya te
digo, que quepa una lectura generacional en “Siete años…” ni una lectura demasiado personalista, de hecho el amor puede
provocar las mismas sensaciones ahora que doscientos años atrás, igual el
desamor, era a lo que apuntaba Ainize salaberri en la reseña de Granite and Rainbow, recuerdas? pero, ¿realmente se ha abierto una posibilidad de que los lectores de
“Siete años…” conecten más o menos con los textos dependiendo de su edad?
Mi editora decía
que el público potencial de “Siete años…” era femenino, post adolescente o
mujeres en torno a los 40 años, no lo comparto pero sí es cierto que la mayoría
de mis lectores son mujeres y ya no cumplen la treintena, pese a alguna
excepción adolescente que no creo que se haya perdido entre referencias
entendibles solo por quienes crecieran en los ochenta.
Mie editora también
cree que “Siete años…” será un libro de largo recorrido lo que descarta, según ella, que el tiempo lo acartone.
No sé si será algo generacional, un libro demasiado personal, o qué, pero cada vez que leo o que me cuenta sobre él creo que cada uno se va haciendo una idea, su idea, y eso es precisamente la Literatura, escribir para los otros aunque en el fondo esté escribiendo para mí. Escribir para que otros hagan suyos mis textos...
2 comentarios:
No hay buenos escritores, hay lectores que se entienden
me encanta esa frase
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