ALTERNATIVA DE IZQUIERDA

El Partido Popular obtiene 135.000 votos menos en las elecciones gallegas y consigue tres diputados más: paradojas de nuestro sistema electoral, o de las matemáticas, no sé. A esto los medios de la derecha lo llaman éxito rotundo mientras hacen leña del árbol caído del PSOE que se desploma, entre otras cosas, porque propone polítcas de derchas y para partido de derechas ya está el PP. Los medios que se autodefinen como serios (El País y tal, ya sabes) se centran en estos dos partidos como si del Barça y del Real Madrid se tratase cuando, en realidad, el éxito más evidente tanto en las elecciones gallegas como en las vascas ha sido para la izquierda, una izquierda entendida, además, de una forma novedosa: la suma de todos aquellos que se definen así y no tanto de siglas específicas.
En Galicia (no puedo más que alegrarme de ver cómo de nuevo Xoxe Manuel Beiras quien en mis años de facultad me parecía uno de los políticos más lúcidos) la unión de diferentes sensibilidades de la izquierda, desde socialdemócratas hasta ecologistas pasando por marxistas tradicionales ha posibilitado la irrupción arrolladora en el parlamento gallego de un soplo de aire fresco (parece paradójico que un tipo de 76 años como Beiras sea un solpo de aire fresco pero lo es aunque su discurso lejos de estar anticuado es más actual que nunca. El Marxismo es irrefutable, no hay duda) y sobre todo marca una estrategia clara a tener muy en cuenta por parte del resto de la izquierda: es necesaria una lucha común, respetando nuestras particularidades, pero siendo conscientes de que el objetivo no puede ser otro que el de plantear una alternativa social a las políticas derechistas del PPSOE.
La estrategia del Frente Popular es muy antigua en la historia de los movimientos políticos de la izquierda, aunque se manifiesta principalmente en los años treinta como intento de frenar el avance del fascismo, sin embargo las luchas entre socialdemócratas y comunistas por liderar los frentes populares, además de factores ajenos como la intimidación o persecución por parte de la derecha, propiciaron su fracaso político. Hoy, ante el evidente peligro que supone la derecha europea a las libertades y derechos de los ciudadanos es bien clara la necesidad de unirnos para presentarnos como alternativa política imprescindible. Pero esa unión no puede ser más que consensuada, no puede existir entre nosotros la tentación de caer en dogmatismos o en veleídades de protagonizar un éxito que debe ser del conjunto. En otras palabras, los comunistas debemos ser conscientes de que en esta lucha contra el capitalismo cabemos todos. Y el rsto también debe ser consciente.
En el 15M pudimos comprobar la inmensidad de motivos que movilizaron a los ciudadanos. Hoy la izquierda necesita de un programa común que aglutine esas demandas y les dé respuesta y así, en Galicia, y en el País Vasco se han establecido alianzas entre sectores de la izquierda basados en ese planteamiento de una izquierad abierta. En Galicia el socialismo democrático de Beiras, los comunistas de Esquerda Unida, los ecoogistas de Equo y los ecosocialista de Ecosogal han sabido conformar una opción exitosa. Igual en el País Vasco donde los socialdemócratas de EA, los socialistas de Aralar, los comunistas de Alternatiba, además de independientes de la izquierda abertzale encuentran un espacio común para plantear, desde sus diferencias, una alternativa de izquierdas, que en este caso se convierte en la segunda opción más votada del país.
Sólo ese puede ser el camino, la búsqueda de espacios comunes entre quienes se definan en una izquierda plural, abierta, anticapitalista y sincera.
Hoy soy un poco menos pesimista. A ver cuánto me dura.