CONTRA LA REFORMA CONSTITUCIONAL

La propuesta de reforma constitucional presentada ayer por el gobierno y aplaudida por la mayoría de la oposición (oposición?) pretende establecer como norma la imposibilidad del estado para endeudarse ante situaciones de crisis económica. Realmente pretende establecer un tope de endeudamiento. Es una medida que los fascistas italianos le obligaron a admitir a Berlusconi en Julio y que la ultraderecha estadounidense casi consigue de Obama en la primera semana de agosto. El gobierno derechista de Zapatero la asume como mal menor ante las embestidas de los mercados y los conservadores del PP, la derecha nacionalista de CiU, PNV y CC, los ultracatólicos de UPN y los neofascistas de UPyD la admiten con ganas mientras que a la reducidísima izquierda parlamentaria no le queda otra que patalear por ver si se escucha.
¿por qué se endeuda un país? Básicamente porque necesita más dinero del que ingresa. En este sentido no son comparables los casos de endeudamiento entre particulares y entre estados poque estos últimos tienen más posibilidades y garantías a la hora de afrontar las deudas. Ahora bien, en qué se gasta un país el dinero que recibe a cambio de endeudarse? Lo lógico sería pensar que se gasta en el propio país, haciendo carreteras, hospitales, etc. pero no es así. Los últimos créditos concedidos a España sirven para pagar deudas anteriores y lo que sobra va a parar a los bancos para evitar que quiebren. La medida del gobierno para rebajar el iva en la compra de pisos sirve para que los bancos, principales poseedores de esos pisos que no se venden, los puedan sacar al mercado a un precio inferior (unos 8000 euros de ahorro, dijo el ministro portavoz) porque el estado les compensa las pérdidas. Esos pisos ya estaban construidos con lo que el dinero del crédito, el endeudamiento español, no sirve para generar nuevos empleos. asi que nos endeudamos para nada.
Pero el problema no es la deuda, aunque de seguir así lo será, el problema es la falta de ingresos. En el debate de ayer ERC evidenciaba que  sólo el 17% de los ingresos del estado proceden del capital, y que la economía sumergida se estima en un 24% de los ingresos de los españoles, esas son los problemas. El fontanero que no cobra el iva, los sueldos en negro, las rebajas fiscales a las grandes empresas, por ejemplo las que han patrocinado la JMJ se beneficiaban con casi un 90% de deducciones fiscales!!!!
Una buena solución sería aumentar las cotizaciones a las grandes empresas, restaurar el impuesto de sucesiones, subir el impuesto de sociedades y a nivel europeo crear un eurobono o, como ha anunciado China, una agencia propia de recalificación de la deuda.
El techo al endeudamiento, y más recogerlo en la Constitución, sólo sirve para que en caso de otro momento de crisis, por ejemplo el año que viene, el estado no pueda endeudarse más y ante la falta de ingresos sólo pueda recurrir a medidas neoliberales: reducir el gasto público, vender el patrimonio, privatizar servicios... justo lo que quiere la derecha, cómo no van a estar contentísimos si la propia Constitución les va a garantizar privatizar la educación, vender la gestión de los parques nacionales, reducir el cuerpo de funcionarios...
los grandes perjudicados son, como de costumbre, los ciudadanos comunes que verán también incrementados los impuestos indirectos porque las medidas llegarán de la mano de una reducción del IRPF para contentar a los bobalicones que sólo leen los titulares de la prensa en unos veinte minutos.
Una reforma constitucional de este tipo no requiere de un referendum, con el consenso de 3/5 partes del Parlamento es suficiente, así ocurrió con reformas anteriores como la adecuación al Tratado de Maastrich en 1992, con todo la ciudadanía se organiza pidiendo un referendum (échale un vistazo al texto de Vicenç Navarro y súmate a la petición de referendum) y para el viernes está prevista una asamblea convocada por el 15M en la Plaza del Carmen, en Madrid, para debatir qué otras medidas se pueden tomar.

En dos semanas, el gobierno pretende que la reforma constitucional sea un hecho.

No tenemos mucho tiempo.