jueves, 9 de octubre de 2008

COSAS DE CLASE

Como no creo en la objetividad llevo unas clases de Educación para la Ciudadanía de las que se temían los sacerdotes activistas, es decir, de esas en las que, de pronto, nos da por invocar los derechos humanos y, creyéndonos Marat, hoy nos hemos puesto a exigir la igualdad de todas las personas, así como si las conociéramos a todas,tengan la nacionalidad que tengan, sea cual sea su orientación sexual o sus simpatias futbolísticas. Hemos llegado a la conclusión de que españoles e inmigrantes deberían tener los mismos derechos y los mismos izquierdos, que los musulmanes no son ni más ni menos que cristianos y viceversa que se llevarán la sorpresa de su vida cuando se den cuenta de que llaman Dios a lo mismo, de que los impuestos deberían servir para pagar los libros de texto y no para gastarlos en cenas (apunta Raquel que el Rey invita a cenar a los reyes de otros países cuando vienen a España de visita)

Y así nos va.

Resulta que hemos aprendido que todo es cuestionable, incluso lo que dice el profesor, que no existen verdades absolutas, y menos aún reveladas, que precisamente porque somos ciudadanos debemos participar de forma consciente, pensando por nosotros mismos (hemos exigido la mayoría de edad a los dieciseis años para votar, para conducir, para hacer el amor, para beber alcohol o fumar si nos place, ya que a esa edad, desde que Rajoy era ministro y sin que Zapatero se oponga, nos pueden meter en la cárcel)

Y claro, alguno se hace un lío y le pregunta a otros profesores, por ejemplo a la de religión y ya la hemos liado...

Otro día os cuento cómo van las clases de Historia de las Religiones pero os podéis ir haciendo una idea; partimos de que no son los dioses quienes se inventan a los seres humanos sino que estos se inventan a los dioses, y para qué?

Además, nos ha dado por analizar la teoria y la práctica de las principales religiones llegando a conclusiones realmente interesantes...

¿A quién se le ocurrió encargarle a un rojo peligroso semejante cosa?







DAVID BROZA. Be'tzohorei Ha'yom

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Julio, lo de que no existen verdades absolutas... no será una verdad absoluta, ¿verdad?

J. Oliva dijo...

Lugares comunes, más bien. Cierto que se puede interpretar como adoctrinamiento, desde una mala interpretación que no te adjudico, pero realmente los chicos de 2ºA e incluso los del C porponen, debaten, piensan!!!!! Sé que es dificil de creer pero nuestros alumnos son seres pensantes!!!!! Imagina qué sorpresa se van a llevar esos compañeros de profesión que parten de todo lo contrario...

Anónimo dijo...

Rojo peligroso, progre desfasado y ¿¿¿¿David Broza???? Además pacifista internacional (no cambies nunca)

J. Oliva dijo...

...y además acentúo mal los pronombres... no tengo remedio

Anónimo dijo...

Paso por aquí absolutamente dispuesta a dar por saco. Sí, y a base de bien. Vengo con todita la intención de retorcer pescuezos, echar por tierra ilusiones y, en resumen, molestar.

En otra vida creo que fui pirata...de ahí mi destreza en fastidiar al prójimo...

Julio, ¿tu te ves? ¡Eres un absoluto engreído! Te encanta serlo, por otro lado, haciendote el Cary Grant de los encerados o "revolucionando" las aulas...

¿No leíste a Cervantes?

"No puede haber gracia donde no hay discreción"

Déjame adivinar tu respuesta... "Cervantes era un imbécil, como otros tantos"


Me encanta tu respuesta (imaginada, pero muy próxima a lo que estás pensando...¡seguro!) pero Cervantes lleva razón.

Para de hablar de tus glorias en clase, de lo rojo o verde o violeta que eres, de lo genial, de lo que sea...y deja que otros lo hagan por ti, seguro que ya hay más de uno que podría hacerlo. Las alabanzas son más ciertas en boca de otro que de uno mismo...


Chulo playa...