Casi Brancusi una nube de insomnio y ceniceros que cubre los muebles del salón, las fotografías, el teléfono en voz alta con tanto que decir que no dice nada. Tirado por el piso un disco de Led Zeppelin. El Periódico habla de Damasco. Esa sensación como de, no sé, bostezo cuando un paquete de wafer sobre la silla, la silla que ya no. Capaz que hacia atrás mirar a la pared como si por primera vez en dónde el legado de vos en forma de sombra y acuarela que enmarcaste y olvidaste, supongo, que por las prisas y la maleta llena de nosotros que todavía pesa y no cabe más, de momento. Podría decir, lo que supone un comienzo asi que mejor te escribo y así podés poner los puntos y los finales, mi amor. Inevitable amanece este viernes de fiebre y codeína por un jueves mal curado.