Como sabéis hoy hay huelga general en defensa de la educación pública. No voy a entrar en que la educación pública es la única que potencia la igualdad de oportunidades, la única que aporta diversidad de opiniones, la única que garantiza un profesorado cualificado. En reiteradas ocasiones hemos demostrado en A veces llueve los beneficios de la escuela pública y la enorme necesidad para cualquier pueblo que se pretenda libre de potenciar una escuela para todos. Cierto que en los últimos años la educación pública ha experimentado un enorme retroceso que condiciona la imagen que de ella tenemos, y más cierto aún es que la escuela pública languidece de a poco. Pero si algo aprendemos en la escuela pública es a preguntarnos los porqués e intentar encontrar respuestas a nuestras dudas. Desde fuera la imagen de la escuela pública se centra en tres aspectos básicos: fracaso escolar, alumnos conflictivos y profesores con empleo fijo y privilegios que no disfrutan el resto de trabajadores.
Si analizamos por partes nos encontramos que realmente el fracaso escolar, aun alarmante, no es mayor que en la escuela privada, sino un problema generalizado consecuencia no de métodos laxos en las aulas sino de una sociedad que valora el éxito inmediato de las estrellas del deporte o de la televisión antes que el éxito a largo plazo que requiere la formación académica. Todos conocemos ejemplos de personas que sin apenas recursos intelectuales obtienen enormes recursos económicos, con lo que inculcar el valor de la formación académica es difícil en las aulas si este no viene acompañado del esfuerzo de las familias. Por otro lado las condiciones socieconómicas de buena parte del alumnado de la escuela pública imposibilita unas buenas condiciones para el estudio si los alumnos tienen que cuidar de hermanos pequeños, por ejemplo, o encargarse de las tareas domésticas o, inlcuso, colaborar en el trabajo familiar. Con todo, una buena posición socioeconómica no garantiza buenos resultados académicos, como sabemos. Con lo que el fracaso escolar ni es exclusivo de la escuela pública ni inherente a ella.
Como tampoco lo son los alumnos conflictivos, aunque nos dé la impresión contraria, también los hay en la privada. El problema del alumnado es, aunque resulte paradójico la obligatoriedad de la enseñanza hasta los 16 años, idea destinada a paliar el fracaso escolar obligando a matricular a alumnos que realmente no quieren estar en el centro. Una solución pasaría por posibilitar el acceso a ciclos formativos a una edad más temprana y suprimir la promoción automática (alumnos que pasan de curso sin haber aprobado el curso anterior) A esto hay que añadir lo que mencionábamos arriba: la ausencia de interés social por la formación o el desprestigio de la figura profesor en la sociedad. Muchos de los alumnos disruptivos en clase lo único que hacen es repetir conductas aprendidas en casa, luego que existan alumnos porblemáticos en la escuela pública no es ni exclusivo ni intrínseco a esta.
En cuanto a la figura del profesor llevamos años viendo cómo se desprestigia no sólo en sí misma sino en su propia utilidad. A la idea preconcebida de que un profesor no es más que le tipo que repite lo que pone en el libro (algo mal haremos si transmitimos esa impresión) hay que sumarle las ideas difamatorias preconcebidas y la ausencia de conciencia de clase que las repiten. Por ejemplo, no es cierto que gocemos de privilegios como un menor número de horas laborales, pero en el caso de que así fuera, la lucha obrera debería ser la de alcanzar en sus empresas los mismos privilegios que los profesores y no la supresión de quiénes ya gozan de ellos. Igualar por lo bajo supone aceptar la condición de inferioridad respecto del empresario, aunténtico enemigo del trabajador e impune si seguimos enfrentándonos entre nosotros.
De todo esto podemos deducir que si la escuela pública atraviesa un mal momento no se debe a situaciones provocadas por la propia escuela pública sino que le vienen impuestas por condicionantes sociales y políticos en los que es imposible intervenir. Sólo tomando conciencia de la necesidad de fortalecer la escuela de y para todos comenzaremos a recuperar la escuela pública. La convocatoria de huelga general en el día de hoy pretende recordar que reducir la inversión en la escuela pública, recortar el número de profesionales, aumentar el número de alumnos por aula sólo lleva a empeorar la claidad de la escuela pública. Otra cosa es que este, precisamente, sea el objetivo de las administración. No lo olvidemos.
5 comentarios:
Ojalá nuestros hijos puedan decir en un futuro: "yo estudié en la re-pública".
Gran éxito de la huelga, y dicen que esto es fácil, que diría Faemino.
En fin, luchando contra la estulticia y el egoísmo en esta guerra de clases hasta el fin del ser humano. Pero un poco que hagamos valdrá la pena.
Enhorabuena.
Sí, ha sido un éxito pese a los corifeos de la derecha en sus primeras páginas. Repugnante escuchar al ministro asegurando que quien no se paga la escuela es porque no quiere. Y que haya gente que les vote...
Te veo más quemao que el mapa de Bonanza, pero es lógico, yo también.
Sin embargo quieren montar un Las Vegas cañí.
Vaya panda de paletos.
Me parece un poco fuerte decir que el empresario es el enemigo del trabajador. En todo caso el enemigo es el empresario explotador. Pensemos que tambien puede haber empresarios horados.
Anónimo: Los parisinos tambien son muy paletos por tener EuroDisney.
No estoy quemado Anónimo (anónimo?)al contrario: con ganas.
Un empresario honesto, no digo honrado que seguro los hay y muchos, montaría una cooperativa y socializaría los beneficios.
Creo que Anónimo se refiere a quienes toman la decisión de instalar Las Vegas en Madrid cuando dice panda de paletos no a todos los madrileños, igual con los parisinos. La capacidad de decisión de los ciudadanos es muy limitada. Con todo, pretender que algo así beneficie a la economía de un territorio es de paletos, sin duda.
gracias por los comentarios, chicos.
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