martes, 28 de octubre de 2008

HOY LA HE VISTO. O de cómo Lacan construye el elemento simbólico-paranóico en una soleada mañana de lunes.

Debe ser una costumbre quincenal que cada dos lunes aparezcan calcinados los contenedores de basura del instituto. Aún no he logrado entender si se trata de una experiencia lacaniana a base de grises difuminados y naranjas y un poco de humo o si mi excesiva condescendencia, soy así de iluso. El caso es que el pasado lunes al contenedor chamuscado le acompañaba, para mi grata sorpresa, en la fachada principal del instituo y escrito con enormes letras un poema del mismísimo Bécquer lo que, ahora sí, no cabe duda, se trataba de una fantástica performance surreal en la que el amor apasionado se daba cita con la destrucción irracional que siempre acompaña en estos casos.

Encuentro dos posibles interpretaciones a la escena del lunes: por un lado quienes entienden el acto como una muestra más del vandalismo antisocial que ... y por otro los que advierten que al menos Bécquer...

Zizek, partiendo de Lacan, habla de lo simbólico como el enlace entre lo real y lo imaginario, y así la única explicación posible a que se conjugaran en el mismo tiempo y espacio una expresividad de la ignominiosa evidencia del vandalismo más atroz (libre interpretación propia del gesto de cierto compañero de profesión al ser sorprendido ante la obra de arte conceptual de la entrada del instituto) con una hermosa declaración de amor no es otra cosa que una acumulación de incontinencias en continentes equivocados, lo que confunde de tal modo nuestras bienpensantes mentes programadas para el escándalo que no nos queda más que llamar al servicio de limpieza municipal concluyendo que Bécquer, a pesar de todo...


El poema.


Digo, por si la curiosidad




Hoy la tierra y los cielos me sonríen,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado...,
¡hoy creo en Dios!





la rima XVII


Resulta que cuando tenemos 16 años nos da por hacer semejantes cosas, escribir poemas en la paredes, que llamamos barbaridades unos años después.






SEVEN DAYS



La canción me la pasó Alberto en los días en que Lacan era un referente teórico-práctico para nuestra construcción de lo simbólico en un par de cafés con sueño acumulado de lunes matutino.

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