jueves, 20 de agosto de 2009

PERO EN QUÉ ESTABA PENSANDO DIOS CUANDO CREÓ A LAS MOSCAS???? vol.3

Entonces llega un fatídico día en el que en el pueblito deciden celebrar las fiestas patronales y esto consiste en una vulgar y rematadamente hortera festividad en la que lo más divertido consiste en que un tipo muy borracho, que suele llamarse "el costra" o "el güito" o alguna cosa así, se cae, producto de un coma etílico, dentro de la cazuela humeante en la que algunos vecinos del pueblito cocinan una grasienta y repugnante comida que llaman caldereta. Las fiestas siempre son en honor, al menos oficialmente, de un santo o santa, cuya vida y padecimientos se ignoran en el pueblito, pero que siempre cae en verano y de ahí que se decanten por esa fecha y ese santo en concreto. El caso es que se adornan las calles con guirnaldas de colores varios, se pintan carteles absurdos en el pavimento (como por ejemplo: nuestro pueblo es mejor que el tuyo, o bienvenido a la comarca de las cerezas, no te las comas todas) y se contrata a algún tarado, que por regla general no es capaz de pronunciar correctamente el nombre del pueblo, para que recite una frase que dé comienzo a las fiestas y que llaman pregón, frase que siempre es: viva...seguido del impronunciable nombre del pueblito.
Las fiestas incluyen diversas actividades como torturar animales varios hasta la muerte ante el regocijo de propios y extraños. presenciar lamentables espectáculos en los que "el costra" y "el güito" se visten con una falda de sus esposas y a eso lo llaman concurso de disfraces, o la actuación de una banda ¿musical? que combina el pasodoble con un tema pretendidamente de los Scorpions "para la juventud", actuación en la que los viejecitos bailan agarrado y nos llaman aburridos porque ponemos cara de espanto.
En el pueblito de Mari celebran también una feria de artesanía, que consiste en colocar unas mesas en la Plaza Mayor para ofrecer productos, supuestamente locales, a buen precio, productos como unas rosquillas caseras, exactamente iguales a las rosquillas caseras que hacemos cualquiera de nosotros pero que llaman rosquillas de la sierra y ya se han inventado una denominación de origen para deleite de los turistas (claro que las rosquillas típicas de Madrid se llaman Rosquillas Tontas y no sabes si se refieren al productor o al comprador, porque además están malísismas) Hay un vendedor de cencerros, muy útil pero nada artesanal, por otra parte, y una niña que hace pulseritas con bolitas de colores y cobra 15 euros por cada una, la mano de obra, añade señalando a su hermanita que, durante el ratito en que me fijo, no participa en ninguna fase del proceso de producción.
Han instalado en el Ayuntamiento una exposición de cuadros realizados por una pintora local, que, siendo benévolos podríamos calificar como una puta mierda, en los que la autora intenta, con poquísimo éxito, plasmar algún paisaje reconocible de los entornos. Como además no saber trazar las perspectiva los fondos de los paisajes parece que se te vienen encima y le pido a Mari que huyamos, lo que interpreta como que salgamos del recinto aunque yo me refería a huir del planeta.
Por las noches hay fuegos artificiales que, ante la ausencia de calificativo mejor, los lugareños definen como muy bonitos y se despiden hasta el año que viene en que vuelvan a vestirse con ropas extrañas, se emborrachen hasta el coma etílico, cocinen platos repugnantes y maltraten animales. ¿De verdad tardarán un año?

Sé que no he hecho mención a la misa típica, al discurso del alcalde, al concurso de Reina de las Fiestas, a las asociaciones parafascistas que llaman "peñas", los incendios forestales (acaso no es otra tradición?)... pero es que se trataba de disfrutar de las vacaciones y decidimos irnos a otro pueblito donde aún no celebraban sus fiestas patronales.

Mira, el video no se ve muy bien, pero la idea es la misma y extrapolable a toda España, aunque Os resentidos se centran en Galicia.



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