SNOB

La de inglés piensa que soy un snob, y ya de paso también lo cree la de Biología que se toma un café con nosotros (pero es que nadie trabaja en este instituto? Si te cuento el horario de Guillermo o cómo se escabulle Eduardo te haces una idea…) digo, piensa que soy un snob porque se me ocurre comentar el libro que lee “Los hombres que no amaban a las mujeres ” luego de confesarse lectora de Ken Follet y seguidora de Harry Potter, y a mí se me ocurre que sólo tenemos una vida, muy corta por cierto, para leer todo lo que quisiéramos, para ver todo el cine que nos gustaría, para viajar, etc., y por lo tanto se me antoja una pérdida de tiempo leer esa cosa pudiendo leer algo que realmente aporte, y ella que esa cosa le aporta entretenimiento, y yo que pudiendo elegir entre Woody Allen o Frasier Crane se decanta por Los Morancos, y ella que soy un snob.

Más allá de que no tengo ni idea de qué es un snob reconozco que existe cierta tendencia al seguidismo ciego en materia cultural, a valorar aquello que mejor se publicita, a aceptar valores preestablecidos que no sólo nos lleva a leer a Ken Follet (es posible hablar de cultura y de Ken Follet al mismo tiempo?) sino que nos conduce también a rechazar, por snobismo, aquello que nos aseguran es rechazable. La última intervención de Dos Jotas, recogida por Guillermo en escritoenlapared así lo refleja, comparando los museos más significativos de Madrid con centros de peregrinación obligada y ciega. Ya te comenté la necesidad no sólo de abrir los museos a la gente sino de que ésta se abra a los museos, aquí, por si te lo pasaste, entiendo que la premisa es válida para cualquier manifestación cultural y puesto que nos dedicamos a la enseñanza no vendría mal que les comentásemos a los chicos que no sólo de literatura barata (banal? He querido decir banal, claro, porque los libros cuestan un pastón) vive la humanidad, es más, que con la literatura barata, el cine barato, la televisión, sólo se sobrevive.

Es muy probable que sea un snob por reducir mi tiempo de ocio a manifestaciones culturales de cierta relevancia, por contarte esto, por meterme con la de inglés (con la única finalidad, por otra parte, de que pagara ella los cafés, ya me conoces) por practicar ese terrorismo, casi talibán e intransigente, contra los libros que se venden al peso, contra las películas dirigidas por el director de efectos especiales, contra los imbéciles que visitan el museo un sábado por la noche y así cumplen, pero no por ello me olvido de quienes hablan de Arte sin tener ni idea de lo que dicen y mencionan nombres y/o lugares comunes, de los que leen a Nietzche sin saber quién es Nietzche, de los que ven películas en versión subtitulada y luego comentan “qué bien se entendía, verdad?” de esos tipos que llevan una camiseta a rayas, unas gafas de pasta y el Babelia bajo el brazo y por eso se creen intelectuales, cómo podría decir, ah!!! sí!!!, de los snob.

Y encima es lunes. Permanezcan atentos.