Tenía unos seis o siete años cuando en televisión pasaban un programa infantil llamado
La Cometa Blanca. No disponía de un presentador fijo sino que cada semana contaba con uno distinto. Recuerdo que pasó
Tequila, por ejemplo, pero quien más me impactó fue un actor capaz de interpretar un cuento dando vida a todos los personajes del mismo. Con un aro de tela como único atrezzo, y siempre vestido de riguroso negro ,simulaba diferentes tocados que le convertían en distintos personajes; el cow boy malvado, el sacerdote, la dama en apuros, un tipo despistado que pasaba por allí… no necesitaba nada más que su voz y nuestra imaginación. Ese actor era
Pepe Rubianes y murió ayer, víctima de un cáncer de pulmón.
Galáicocatalán, como él se definía, Pepe Rubianes había nacido con la intención de provocar conciencias y denunciar cualquier grado de hipocresía utilizando para ello las posibilidades del género más acorde en el teatro: el monólogo. Desde finales de los setenta, Rubianes, participa en varias obras de
Dagoll Dagom, una de las compañías catalanas teatrales más prestigiosas, y a comienzos de la década siguiente, inició su carrera como monologuista consiguiendo un amplio reconocimiento internacional. En los noventa, tuvimos la oportunidad de verle interpretando a todo un clásico del humor catalán:
Makinavaja, en la serie que, bajo el mismo título, ofrecía cada domingo la 2 de Televisión Española.
1 comentario:
Yo, sin identificarme con niguna idelogía política, me he sentido ofendido por las palabras de este Sr. Como mímino son una falta de respeto. Si alguien de derechas hablara de la forma que habla este hombre probablemente hubiera tenido más problemas de los que tuvo él (ninguno).
Un poco de respecto, por favor, que no cuesta tanto.
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