Y qué te cuento más que no te haya dicho ya sobre la LOMCE y la necesidad, ya no de pararla porque ya está en marcha sino, de revocarla en cuanto podamos, de gritar que es una auténtica barbaridad, de volver a insistir en que no resuelve los verdaderos problemas de la educación y que, además, reabre otros ya resueltos. Qué más te cuento para que quede clara la angustia que supone ver cómo los servicios sociales, no sólo la educación pública, estan siendo convertidos a migajas o, en el peor de los casos, reducidos a productos en venta para el disfrute de unos pocos. Qué más, para no quedarme sin ganas de más, para que seamos una sola y enorme y altísima voz que pida la derogación de la LOMCE, la defensa de una educación pública de calidad, incluyente, abierta, de todos. Qué más.
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