INSOMNIOS

Estos ojos abiertos a la noche, esta sensación de miedo y felicidad al mismo tiempo, esta espera de despertador, como si no supiera que esa sonrisa cansada en rojo impar y pasa es la sonrisa de quien se sabe, de quien se siente, una ínfima parte del todo que ahora formas, de la perífrasis en que cabemos los dos, de la multitud diluida a base de avenidas, de llegadas, de la imagen que recuerdas justo antes de dormir. Y ahora, hemos aprendido que a veces llueve y sin embargo, que hemos perdido autobuses y destierros, que una vez tuvimos una vida y sueño y sed, que necesitaremos de todas las palabras, de todos los tiempos verbales, de todos los insomnios de aquí al final de nuestros días y aún así no sabremos explicar, no sabré decirte que estos ojos abiertos a un martes en el que te conté que voy a ser papá son los mismos ojos que no duermen desde hace un par de semanas por miedo, por felicidad, por esa extraña sensación que se repite desde hace millones de años cuando un padre se siente, se sabe, se abruma…








Sí, sí, es cierto!!!! Voy a ser papá!!!! Qué cosas, eh!!!!