jueves, 11 de septiembre de 2014

MAÑANA

Nicolás se despertaba justo cuando me iba al instituto. Mari se lo ha llevado a nuestra cama y le he dado un beso antes de irme, explicándole que me iba a mi cole. "Ya no nos vemos hasta mañana", me ha dicho medio dormido. Sí, he pensado lo mismo que tú, claro, no había amanecido todavía, hoy ya es mañana, pero luego en el metro, esto de no llevar libro, de haber acabado el último ayer mismo, se me ha ocurrido no tanto que hoy ya es mañana sino que igual nunca es mañana. Me explico (me explico?) No sólo es una cuestión cronológica, mañana no existe porque cada vez que llega mañana hay otro mañana más allá, es más, ese mañana se convierte en hoy y ya es otra cosa, también es algo relacionado con el deseo, con la ansiedad, mañana es un anhelo, un deseo, es lo que nos hace decir hasta mañana cada vez que nos despedimos, y nos depedimos porque somos conscientes, y esta es otra, de que a veces se acaban nuestros mañanas, que somos finitos. Fíjate que no digo los mañanas sino nuestros mañanas. Mi madre murió, hace muchos años ya, a principios de un septiembre, y mi hermano, a comienzos del septiembre pasado (luego me preguntas que qué tengo con los septiembres...) Ambos esperaban que la rutina del invierno comenzara; sus programas favoritos de televisión, el trabajo, la temporada de fútbol, y todo eso llegó aunque ellos ya no estuvieran, hubo un mañana después de que se acabasen los mañanas. El caso es que mañana comienzan las clases ya, hasta ahora reuniones varias, y ya he visto a algunos de los nuevos alumnos, los de primero de la ESO (nuestro séptimo) llegando al insti, hoy tenían una prueba de inglés, con ese ronroneo de incertidumbre que hace que camines más despacio, que mires a todos lados, que sientas con las manos en los bolsilos que te haces pequeño y te pierdes. Ese mañana que era justo esta mañana y miraba desde la ventana de mi clase y ellos a mí y nos preguntábamos en silencio.
Mañana es mucho tiempo, que decía Dylan, como para prestarle más atención de la necesaria. Hoy es demasiado corto como para darnos cuenta. El pasado es lo único que prevalece.




2 comentarios:

Pelirroja dijo...

Es curioso! Esa reflexión me la hicieron el primer día de clase de la universidad; en árabe, la forma base del verbo coincide con el pasado y es el primer tiempo que se estudia "porque es lo único que tenemos seguro", me explicó el profesor. Desde entonces, pienso mucho eso...
Espero que no estés demasiado triste este septiembre...

J. Oliva dijo...

Qué bonito, no tenía ni idea pero me parece muy acertado. Todo bien, Pelirroja, ya lo sabes, Gracias por preguntar