jueves, 12 de septiembre de 2013

LOS DISCOS DE MI HERMANO

Los discos de mi hermano ahora son míos. Dijo que podría quedármelos cuando no estuviera. El domingo fue su cumpleaños y decidió no cumplir más. Mi hermano era uno de esos viejos rockeros tal como te imaginas a los viejos rockeros: fumador infatigable salvo por la fatiga que produce la nicotina de 40 años, esa tos inconfundible al levantarse, el colesterol por las nubes, la barriga cervecera, cincuenta años o casi de Rolling Stones, de Barón Rojo. Mi hermano Joan en realidad se llamaba Juan Manuel, yo era el único que le llamaba Joan Manuel por fastidiar, ya sabes, esas cosas de hermanos, él tan del Real Madrid, él que casi se agencia una bandera cuando el mundial y que no se la compró porque uno viene de donde viene y él también, claro, y nada de banderas, aunque se gane un mundial. Pero todo el barrio le llamaba Chiqui a su metro sesenta de enterna sonrisa y una Mahou y unas bravas. Podía adivinar cualquier canción de la Creedence con escuchar el primer acorde. Ya ves de dónde me viene. Es lo que tiene tener un hermano mayor con buen gusto musical. Todo el barrio que no puede creerse que el Chiqui!, pero, si ayer mismo, pero si habíamos quedado en... es lo que tiene irse así, de sopetón, como quien va al baño. Yo mismo le llamé el domingo para felicitarle el cumpleaños. Le conté que este curso mi instituto está en el pueblo de al lado de donde vivía con su eterna novia, 23 años juntos! Y nos echábamos en cara que nunca nos vemos, que a ver si este año, aprovechando...Durante un tiempo vivimos  a tres calles el uno del otro, ¿sesenta metros?, y casi ni nos veíamos. Porque con el Chiqui no quedabas, te lo encontrabas y te daban las tantas hablando de todo.
Los discos de mi hermano ahora son míos, aunque el tocata hace años que dejó de funcionar, y muchos estan rallados por el uso y otros casi no suenan y otros ya ni quieren sonar. No voy a saber qué hacer con ellos. No sé que se hace con los discos cuando se acaba la fiesta.
Mi hermano vivió como quiso, y con quien quiso, y me da que lo que quiso también. Y ahora que ya no está, ahora que es un recuerdo, una canción, un momento que te quedas, así, parado, sin saber qué decir y con los ojos llorosos, ahora que es todas las veces que no le llamé, que no quedamos, que no nos vimos, ahora que es esta entrada porque no se me ocurre nada mejor, ahora mi hermano Juan, Juanito, el Chiqui, es este vacío que dejan los infartos de miocardio las tardes de domingo.

Era un buen tío, me dijo, estrechándome la mano uno de sus colegas. Me parece que es lo mejor que se puede decir de alguien.

Esta era una de sus favoritas


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