miércoles, 26 de junio de 2013

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LAS PRIMAVERAS GLOBALES

Hay un bar en el barrio que se publicita con un cartel escrito a mano y pegado en una de las ventanas en el que se lee: tapas y fútbol,  lo que recuerda al milenario pan y circo, como lo recuerda, también, la enésima intentona del gobierno madrileño por gastar el poco dinero que nos queda en conseguir que la ciudad organice unos Juegos Olímpicos. En Brasil protestan, entre otras cosas, precisamente por haberlo logrado.

Brasil es uno de los países latinoamericanos que menos he trabajado, por lo que cualquier cosa que te diga es más por oídas, lo que sí parece un común a estas llamémosles Primaveras (luego explico por qué no revolución) son una pautas de conductas que podemos resumir en :
  • Uso generalizado de las redes sociales, tanto para difundir como para convocar.
  • Crítica a los medios de comunicación tradicionales.
  • Sensación de hartazgo, alejamiento, incomprensión, hacia, de y por la clase política, a la que se toma por un todo y se la considera corrupta por definición.
  • Supuesta superación de la dicotomía derecha-izquierda aunque está más presente en el discurso que en la práctica.
  • Manifestaciones masivas de la ciudadanía en las calles.
  • Respuestas violentas por los gobiernos de turno mediante la represión de estas manifestaciones por parte de las fuerzas de seguridad 
En Brasil también encontramos estas características comunes a las que podemos sumar la que me resulta más significativa para todos estos movimientos:
  • la ciudadanía, en general, tiene claro lo que no quiere pero no tiene ni idea de lo que quiere.
De ahí que sea muy fácil, por un lado, caer en la demagogia de grupos derechistas, populistas o claramente fascistoides. En Brasil, los medios de la derecha han visto en las movilizaciones un a fantástica oportunidad para atacar al gobierno (que no es un gobierno izquierdista, puesto que el PT gobierna en coalición con partidos liberales y sus políticas económicas son más socialdemócratas que izquierdistas. La verdadera opción de izquierda en Brasil es la de Sampaio) Miembros de la derecha se han sumado a título personal a las manifestaciones, mientras que cuando lo ha intentado la izquierda ha sido abucheada por los participantes, lo que le ha permitido al gobierno para hablar de intento de golpe de estado disimulado por parte de la derecha.
Pero no hay nada de esto, por que, por otro lado, es muy fácil, también, que estos grupos pierdan rápidamente su fuerza y su capacidad de movilización precisamente por la falta de un objetivo claro.

Es común a todas estas movilizaciones reivindicar un reparto más equitativo de la riqueza, apostar por modelos económicos menos agresivos, más igualitarios, respetuosos con el medio ambiente. Es común también entablar asambleas multitudianrias en las que la participación está a bierta a todos, en donde se intenta poner en práctica una democracia directa y más participativa.

Pero nada de esto es revolucionario si entendemos revolucionario como un cmabio radical y profundo. En la indefinición de estas primaveras hay un sentimiento de que algo hay que cambiar pero los protagonistas no son conscientes de qué porponer como alternativa. Ni en Brasil, ni en ningúna de las demás movilizaciones se plantean modelos económicos realmente alternativos. Los movimientos reivndican, en realidad, cambios formales y no estructurales, quieren trabajo, pero no acabar con el paro, queiren que las diferencias entre ricos y pobres no sea tan descarada pero no que se acabe esta diferencia, quieren poder ir a la Universidad peo no que la Universidad cambie, quieren sentirse parte del sistema.

Cuando estudiemos todas estas movilizaciones con la perspectiva del tiempo y valorando los logros obtenidos podremos saber, de verdad, que cambios se habrán producido o si todo cambia para mantenerse como estaba.

Por lo pronto, en Brasil, quien se ve favorecido por las movilizaciones, de momento, es la derecha.

5 comentarios:

rosicler dijo...

mi primavera pasa por hacer tabla rasa y, una vez limpios de polvos y de pajas, regresar a la peseta y a una oferta de servicios dirigida al mundo.

J. Oliva dijo...

coincido en la tabla rasa, pero no es necesario regresar a la peseta sino un cambio de modelo económico,es decir, implantar el socialismo; volver a la peseta no garantiza que ésta no se la queden otros

Charles Barcley Bank dijo...

No sé si volver a la peseta significaría zafarnos de las garras del BCE y su estrangulamiento y succión, pero si es para que los sobres se repartan en billetes de otros colorines y para que los golpistas, que lo son por naturaleza, vean una españistan más aislada y vulnerable para sus pillerías...no sé.

En cualquier caso estas "revoluciones" son más de lo que teníamos antes, y las politicas que vienen las van a avivar más y un mayor número de ciudadanos y votantes tendrán otra conciencia politica.
Me estoy tomando unas grajeas que van bien para el optimismo.

Anónimo dijo...

En efecto, salirse del € significa regresar a lo que eramos, que no nos había ido tan mal. Creo recordar que nos sacó de la miseria. No olvidemos que no somos otra cosa sino un país de servicios.

J. Oliva dijo...

me alegro de tu optimismo, Ricky, desde luego es mejor esto que nada, y además hemos participado de forma activa.

la peseta tuvo 143 años de vida, Anónimo, y seguro que eres consciente de que hubo muchas miserias en ese tiempo. No es cómo se llame la moneda, es cómo esté repartida. Por cierto, aquí firmamos los comentarios, aunque seamos el mismísimo Charles Barcley.

Gracias por los comentarios, chicos