viernes, 24 de mayo de 2013


 

Digamos que en mitad de un no sé cuántos de los que no sé qué del mediodía, se planta y no sería para tanto si al menos me escucharas todavía, digamos que te escribo o que te miento, que te he inventado un nombre de fantasía, que dije sin decir, que me he marchado tantas veces que ya es cansancio esta rutina. Pongamos que tuvieramos idea o que me olvido una vez por semana de la existencia de los jueves, que demostramos la innegable presencia de tus sábanas en la marea que se levanta cada vez que vienes, y digamos que es muy frágil la memoria y que ya ni nos acordamos, mi vida, de esta misma mañana en la que nos hemos mirado como si fuera el primer día.







No hay comentarios: