miércoles, 16 de enero de 2013

ESOS LIBROS PRESCINDIBLES. NO ME GUSTA LA NOVELA HISTÓRICA.

Con toda su buena fé mi compañero Emilio me presta El hombre de la Leica (Fermín Goñi, 2005, ed. espasa) que abandono en la página 17 sin mayor remordimiento. Ya sabes lo especialito que soy con las novelas pero esto, que es una novela, histórica para más inri, que narra los días previos al golpe de estado que provocaría la Guerra Civil, suma en las primeras 17 páginas todo lo que me indigna de las novelas históricas. El hombre de la Leica está muy mal escrita y además de forma tremendamente forzada. Por ejemplo, en un momento concreto la mujer de Mola le pregunta a su esposo si finalmente Franco se suma o no al golpe, Mola le responde afirmativamente y añade

-"...su mujer y la niña salen mañana o pasado desde Las Palmas en el paquebote alemán Waldi con destino a Le Havre..."

una conversación forzadísima, no crees? Qué tipo le habla así a su esposa??? Más natural hubiese quedado algo como

-..."su mujer y la niña se marchan, mañana o pasado, a Francia"

el problema es que el autor de una novela histórica le ha dedicado meses o años a investigar y se siente en la necesidad de informar de todo lo que ha aprendido como para dar verosimilitud cuando en realidad el resultado es de lo más artificial.

Fijate, en otro momento dice el narrador

"A la memoria del general [Mola] llega el recuerdo del asesinato del diputado del Bloque Nacional y jurisconsulto José Calvo Sotelo..."

¿realmente es necesario dar la información de que Calvo Sotelo era jurisconsulto? incluso si me apuras puedes omitir lo de diputado por el Bloque Nacional en favor de una redacción más fluída!!! puedes escribir:

"A la memoria del general llega el recuerdo del asesinato de Calvo Sotelo..."

 hecho, por otra parte fundamental en los días previos a la guerra. Como escritor Goñi debería exigir más a sus lectores! o como lector, personalmente, me gusta que el autor no presuponga que debo ser un ignorante. Si no tengo ni idea de quién es Calvo Sotelo es mi probema, pero no puedo, como autor, pararme a explicarte todo!!!! No escribo un libro de texto sino una novela que tiene unos ritmos distintos!!!

pues así un montón en sólo 17 páginas. En otro momento Mola, abrazado a su esposa recuerda que en el palacio navarro en el que viven también se alojaron personajes ilustres antes que ellos. Qué esposo abraza a su mujer y le hace un recuento de los arrendatarios anteriores??? Si el contexto fuera que acaban de llegar al palacio y fíjaté que bonito y tal...pero no.

Igual sensaciones me han dejado el resto de novelas históricas que en algún momento han caído en mis manos y nunca he conseguido terminar y se me ocurre que la semana pasada hablábamos de libros prescindibles, lo que propició varios comentarios por vuestra parte, lo que siempre es agradecido, entre los que yo mismo afirmaba que prefiero guardar un prudente silencio antes que leer este tipo de libros, aunque sea en el metro. Eso sí, El hombre de la Leica es un libro bastante reconocido, fácilmente accesible en páginas de descargas y seguro fue un éxito editorial en su momento.







2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los libros de Sísifo son libros que tal vez no habría que leer, obras que acarreamos para conseguir tan sólo más y más peso sobre nuestras espaldas, porque son libros que rompen el pensamiento único, que nos llevan a reflexiones y temas que no hubiéramos conocido sin ellos. Son libros que, hoy en día, se puede creer que constituyen un trabajo inútil, como el de Sísifo. Y sin embargo, ese esfuerzo es necesario.

J. Oliva dijo...

Coincido contigo aunque diría que los libro de Sísifo son los otros, los prescindibles, esos son los que hacen que pese la mochila.
Gracias por el comentario