Me he pasado por la biblioteca y he sacado un libro de Almudena Grandes, que posiblemente ya habrás leído se me ocurre, más tarde, cuando como algo rápido y semifrío que, según la etiqueta, debería saber como sabían los platos de mi madre, pero ya te digo que no, y bebo directamente de la botella mientras hojeo el periódico de ayer, sin prestarle demasiada atención a que el Celta dos y el Atlético de Madrid cero, dejando que, en el microondas, el café, dando vueltas, se queme lentamente y salga humo de la taza y suene el timbre, al dejar de girar, para avisarme de que me sigue sobrando un tenedor.
El tipo de la frutería me ha regalado perejil, pero no sé qué se hace con el perejil.
2 comentarios:
Mi abuela cada vez que iba al supermercado y le regalaban perejil, le ponía una ramita a San Pancracio. Ella decía que traía suerte.
Y yo, la creo.
Felicidades por lo del viernes, y de verdad verdadera, un placer conocerte.
Me quedo un rato más por aquí :)
también un placer por mi parte. espero que no te quedes sólo un rato sino que te conviertas en habitual.
un beso
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