Hemos acabado de estudiar el tema de los fascismos en el que hemos aprendido que éstos suelen aparecer en momentos de crisis económica, política, de valores, en un contexto de marcada incultura política. En fin, no pretendo hacer paralelismos pero empiezan a preocuparme resultados electorales como los de las elecciones regionales francesas en las que el Frente Nacional ha conseguido duplicar sus resultados (12% de votos) respecto de las últimas elecciones. La explicación recae en el incremento notabilisimo de la abstención. En Holanda el Partido por la Libertad (también hemos aprendido en clase que los partidos fascistas siemrpe tienen nombres tan bonitos como este) con un mensaje claramente antimusulmán consigue la alcaldía de una de las localidades más próximas a Amsterdam, Almere, con un electorado básicamente compuesto por clase media, jóvenes y parados, tras las elecciones municipales celebradas hace un par de semanas en las que el partido fascista ha sido el gran vencedor siendo el segundo más votado en todo el estado. En Colombia, el Partido de Integración Nacional, se ha convertido en la cuarta fuerza política de un país ya gobernado por el filofascista Uribe cuyo partido, el Partido de la U, ha ganado las elecciones legislativas del pasado domingo. En Estados Unidos, donde los electores eligen entre la derecha y la extrema derecha, el ala más radical del Partido Conservador, una vez que Mc Cain, del sector moderado, fracasara en su intento por llegar a la Casa Blanca, está intentando encumbrar a un candidato de perfil más derechista, Mitt Romney, (quédate con el nombre porque seguro es el próximo candidato republicano) para convertirse en el nuevo líder del partido. Este sector republicano se denomina Tea Party, nada que ver con los neocon; ahora son casi fascistoides.
Ultranacionalismo, anticapitalismo demagógico, estado totalitario, líder indiscutible, connivencia con las clases altas, Iglesia, Ejército, racismo...son las bases del fascismo histórico. Algunas de estas características, si no todas, son fácilmente visibles en estos partidos. Si renunciamos a nuestro deber como ciudadanos de implicarnos en la política (aquello que refiere a la Polis) cediendo nuestra soberanía a quienes sí participan y deciden (los escaños, los espacios de poder, se reparten participemos nosotros o no) estamos condenados.
El descrédito de los partidos tradicionales, el desánimo entre el electorado, la desinformación, aúpan a estos y otros partidos similares. En Catalunya, Plataforma per Catalunya ya obtiene cuotas de pantalla sin tener representación institucional más allá de un concejal en Vic, en donde los discursos racistas y xenófobos de este concejal Josep Anglada, encendieron la mecha de los actos violentos del pasado febrero.
El fascismo se cura leyendo, leí en una pintada hace ya unos años. Leamos, por favor.
2 comentarios:
Si, bueno, creo que lo de que el fascismo surge en tiempos de crisis se aplica a todo el mundo menos a mi pueblo... Porque aqui la Falange pone carteles y tiene afiliados y eso desde siempre. Y creo yo que el señor de la ferreteria es de los más ricos del pueblo así que...
Ojalá aqui leyeran un poco más (aunque si lo único que leen son las placas de la plaza, apañados vamos)
Buff, sigo sin entender muchas cosas, y me encantaría entenderlas.
Pues como yo no quiero nada que ver, me pongo a leer cosas...
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