domingo, 22 de marzo de 2009

EN LATÍN

El miércoles muy prontito me pasé por la Consejería de Educación para resolver un par de cosas. Por cierto que estuve tentado de colarme en el Ramiro para ver a los viejos amigos y proponerles unas pellas colectivas, pero las prisas, ya ves. Lo curioso es que para volver tome el metro en Gregorio Marañón donde, ante mi perplejidad, me encontré con una pintada en la pared del andén con dirección a Avenida de América, de la que lamento no poseer un documento gráfico, mi móvil es un teléfono y no una cámara de fotos, ya ves, pero que puedo transcribir para tu perplejidad:

Cantabrum indoctum iuga ferre nostra…

Luego dice tu padre que soy muy raro, pero hay un tipo que va por ahí citando a Horacio.  Se trata de un poema que Horacio escribe a un amigo llamado Septimio, aunque el verso citado por el erudito graffitero, así, sacado de contexto, tiene interesantes intenciones, a mi juicio. La traducción, más o menos, ( aunque falta un verbo, no? O el final de la frase, o yo qué sé?) sería:

El cántabro rebelde a nuestros yugos…

Como soy un tipo muy mal pensado entiendo que algo tendrá que ver con los resultados de las últimas elecciones vascas, sobre las que no voy a opinar, ya ves. Más bien me interesa el grado de erudición al que llega el supuesto analista político frente a otras pintadas semejantes en las que la ironía o el buen gusto brillan por su ausencia. (Sólo echa un vistazo a cualquier baño público, foro habitual para las opiniones políticas en este horrible país)

¿No es de agradecer que un tipo cite a Horacio? ¿No parece algo lógico que hablemos de política citando a quienes sepan, documentándonos, leyendo, pensando antes de hablar? ¿Por qué entonces me sorprende?






Ah!!! Claro!!!

Quo usque tandem abutere patientia nostra?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante el texto, genial la pintada...