jueves, 15 de mayo de 2014

Como hoy es fiesta en Madrid pero no en el pueblucho donde trabajo el metro, a las siete de la mañana, tiene un aspecto inusual para un jueves; fiesteros de vuelta a casa o buscando la última oportunidad,  esa pareja que no deja de besarse como nosotros no nos besamos, cuatro guiris rubicundas, voluminosas como las mochilas que cargan, como el plano que desenvuelven de esta ciudad en fiesta y sin ti. En las pantallas del metro hablan del tiempo como si fuera un fenómeno meteorológico y suena Sweet Little Child Of Mine en un anuncio de algo que no adivino porque llega el tren y saco una cuartilla para escribirte. Ayer leía en Catorze que Jenn Díaz también escribe a boli, boli bic, quiero creer, y me digo que no debe ser generacional eso de escribir a mano sino, más bien, patológico, como un síndrome de abstinencia que lleva a buscar desesperadamente cualquier soporte susceptible de sostener las palabras que quiero decirte. A veces eran los márgenes de nuestros apuntes de Historia, a veces las servilletas de la cafetería, a veces tu espalda. Moncloa huele a café barato. Tengo cobertura y leo que hoy tampoco te he escrito y que Ucrania, y que ganaron los Spurs. Llevo un disco de The Pogues que le voy a pasar al de Matemáticas, te gustaría, el profe, digo, el disco ya lo sé, hace escalada y cocina y escucha a la Banda Bassotti, te enamorarías mientras yo citándote a James Taylor. Estoy ochentero últimamente. Estamos viendo a Reagan y a Gorbachov en clase de Bachillerato y me meto con Mc Gyver, ya sabes, sólo porque te gustaba, igual que me meto con los italianos o casi me da un síncope porque nadie conocía a The Blues Brothers, bueno tres o cuatro sí. En breve les pondré la canción de Billy Joel. Veremos.
Llego a clase. Es temprano. Hace bueno. Jugamos al padel un campeonato de profes y alumnos, te puedes imaginar, perdí haciendo pareja con la orientadora. Ayer las chicas me tatuaron con boli una M en el brazo derecho y hoy, las otras, una E en el izquierdo. Mayo está medio lleno pero tengo ganas de verano.
Te dejo, mi amor, ya suena el timbre. Buen  finde.










2 comentarios:

Jenn Díaz dijo...

Tengo la letra muy grande, y un poco curvada, y necesito que fluya la tinta… el boli Bic es muy duro, uso los más gelatinosos.
¡Un abrazo, Julio!

J. Oliva dijo...

jajaja!!!! pues aclarado queda. Gracias por pasarte por el blog. Vuelve cuando quieras.