jueves, 30 de enero de 2014

En la maleta que Walter Benjamin dejó en Portbou había, entre otras cosas, una nota, tal vez el inicio de un nuevo libro que nunca vería la luz, que siempre me ha intrigado. Una nota que en sólo siete palabras encierra casi toda su filosofía: "Ni siquiera la respuesta es cierta." La séptima palabra está tras un espacio en lo que parece haber sido escrito un tiempo después: Traum, que no sólo se puede traducir como sueño sino como ensoñación, ilusión o, incluso, utopía. Hoy he salido más tarde de clase. Tenía examen a última hora y los de Bachillerato son muy pesados escribiendo sobre la I Guerra Mundial, también es que me gustan demasiado esas preguntas abiertas (Qué relación crees que existe entre la Revolución Industrial y la I Guerra Mundial? ) y, claro, se explayan, pese a que les digo que sean concretos, pero cómo concretar y pretender que espacio y tiempo cuando estos son tan abstractos???? Por eso he salido más tarde que de costumbre, he perdido el autobús de siempre y he tenido que esperar, a la intemperie (el instituto está a las afueras del pueblito) mientras se nublaba y el viento y tu mensaje. Ha empezado a caer esa especie de aiguaneu que empapa hasta los recuerdos y, peor, los mantiene como hivernados hasta que escampe o que el autobús. Pero no hay suerte y ya las manos, más por necesidad que por costumbre, más por frío que porque realmente necesitara saber que diecisiete minutos desde que el último entregase su absurda tesis sobre la Gran Guerra etc., ya las manos, digo, jugando a que el celular, tienes un nuevo mensaje, con su mecánica Reproducción.







- Hoy he soñado contigo. Hace meses. ¿Dónde te metes?

Hay veces que se me para el corazón, mi amor, y ese pequeño, no sé cómo llamarlo, infarto, esa fracción de segundo en la que posiblemente estoy muerto sé que coincide, exactamente, con el momento en el que despiertas y es martes y tu teléfono con la respuesta.

-En tus sueños.

Sé que noy soy más que un personaje que imaginas, de vez en cuando, a merced de tu subconsciente, a la espera de que...
pero, mira, ya el autobús.
Me voy a casa.
Tengo que corregir todo esto.

En la maleta que Walter Benjamin dejó en Portbou había, entre otras cosas, una nota que decía  No dispongo del tiempo suficiente para escribir todas las cartas que habría deseado escribir.

2 comentarios:

rosicler dijo...

gràcies company pel enllaç de "París era una festa..."

J. Oliva dijo...

el teu Bloc és Imprescindible... Ja ho saps. Y Paris era una festa tiene muy buena pinta aunque aún no lo he podido leer

un abrazo