jueves, 16 de febrero de 2012

LOS DISCOS DE MI HERMANO. REVISITED: SEÑORA AZUL.

 uno de esos días, en la facultad, Raúl, tan años setenta, escuchaba algo en el walkman (otro día te explico qué era un walkman) y preguntádole qué escuchaba se hizo el interesante retándonos a adivinarlo.
Una de las ventajas de tener un hermano mayor con estupendo gusto musical es que creces escuchando muy buena música y aprendes desde muy pronto a distinguir lo bueno de lo malo. Por suerte yo tuve y tengo a mi hermano Joan y su interesantísima colección de discos que, así entre nosotros, es más mía que suya aunque él no lo vaya a aceptar en público, con lo que eso de adivinar canciones olvidadas no se me suele dar mal, así que me atreví a apostar los cafés que nos tomábamos.
Sonaba esto





y claro, uno que siempre ha sido pelín fanfarrón se puso a contar la historia de Cánovas , Rodrigo, Adolfo y Guzmán, como ahora te la cuento a ti. E imagino con el mismo rsultado, aburrimiento generalizado, pero me da igual.
Después de grabar su primer disco, creo que en 1972, Solera, banda de pop blandito pero con letras interesantes y buenos arreglos se separa tras cosechar un rotundo fracaso comercial, salvo por un pegadiza Las calles del viejo París, que luego tendría cierto recorrido en América Latina, versionada por no sé quién. Así que dos de los cuatro componentes de Solera, Rodrigo García y José María Guzmán deciden montar una nueva banda para la que fichan al baterista de Franklin, Juan Robles Cánovas y al guitarrista de Los Íberos, Adolfo Rodríguez. Nace así Cánovas, Adolfo, Rodrigo y Guzmán. Juntos graban, ya en 1974, Señora Azul, un álbum lleno de buenísimas canciones entre las que se incluye la que escuchaba Raúl o, por ejemplo, la que da el título al disco, una nada disimulada crítica al tardofranquismo, que debió pasar la censura por aquello del espiritu de febrero, supongo, pero que incluye puyazos del tipo: Señora Azul qué lástima nos das/ la mediocridad está en tu corazón. (no te pierdas los vientos del final, son sencillamente fantásticos)



Mi hermano debió ser uno de los pocos que compraron el vinilo (otro día te cuento qué era un vinilo) años más tarde imagino porque en 1974 no creo que tuviese muchas posibilidades a sus diecipoquísimos años, y andaba por casa para que yo pudiera escucharlo cientos de veces porque, sinceramente me encanta. Escucha este María y Amaranta, preciosa historia de amor lésbico con un sólo de guitarra maravilloso.




Digo que Joan sería de los pocos que compró el disco porque fue, esas cosas de la industria discográfica, un fracaso tremendo y la banda se disolvión al instante. Rodrigo, genial letrista, empezó una nada existosa carrera como cantautor, Cánovas fichó por Los Módulos en su etapa más heavy, Adolfo se convirtió en colaborador de lujo para otros músicos y Guzmán, que siempre fue el más fashionable sobrevive, aún hoy, como vieja gloria del pop, llegó a participar en Eurovisión y todo.

En los ochenta volvieron a reunirse y grabaron un par de discos con los mismos resultados que Señora Azul y con algo menos de calidad. De esta época es su tema más conocido, este De Piel Trigueña.





Casi al final del siglo Miguel Bosé versioneó sólo pienso en ti aunque apenas incidió en el reconocimiento de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Gúzman que quedaba para un público minoritario y selecto (como éramos nosotros).

pero esas cosas, hoy Señora Azul es considerado por los críticos como uno de los mejores discos pop de la Historia de la música en español. El reconocimiento a la banda, considerados los Crosby, Still, Nash and Young españoles, ha llegado tarde y no por ello es suficiente aunque, mira, si esta entrada sirve para que los conozcáis, eso que ganais.

4 comentarios:

Rebeca dijo...

yo tengo la suerte de tener un padre loco por la buena musica,asi que mi infancia ha sido entre dylan,creedence,fleetwoodmac...y los increibles solera-canovas,adolfo rodrigo y guzman..Tuve oportunidad de ver a Rodrigo hace un tiempo y fue fantastico.Lastima que las buenas bandas solo lleguen a grupos minoritarios.

J. Oliva dijo...

sin duda es toda una suerte, Rebeca. espero que tú sigas transmitiendo ese buen gusto músical.
Gracias por pasarte por aquí, vuelve cuando quieras.

manipulador de alimentos dijo...

Un gran disco, sin duda: hermosas letras y grandes melodías. Un saludo!

J. Oliva dijo...

toda la razón, amigo! otro saludo para ti y vuelve cuando quieras. Curioso nombre, y el enlace más aún...