seis cucharadas de aceite
seis cucharadas de azúcar
un vaso y medio de leche
un vaso y medio de harina
un sobre de levadura
una cáscara rallada de mandarina (puede sustituirse por naranja)
Hubo un tiempo en que, en la nevera,
nos dejábamos notas de amor.
Hoy es un alivio comprobar
que la mandarina puede sustituirse por naranja.
seis cucharadas de azúcar
un vaso y medio de leche
un vaso y medio de harina
un sobre de levadura
una cáscara rallada de mandarina (puede sustituirse por naranja)
Hubo un tiempo en que, en la nevera,
nos dejábamos notas de amor.
Hoy es un alivio comprobar
que la mandarina puede sustituirse por naranja.
de Raquel a los cuarenta.
Raquel dice que estudiar Filosofía la medio trastornó, el otro medio lo puso por sí misma, que cuenta atrás desde diez y siempre se queda en el nueve, que tiene una botella medio llena los lunes y jueves y medio vacía los martes y domingos, que perdió una guerra civil contra sus manos que se rindieron sin condiciones a las tuyas, y que, desde entonces, cada vez que escribe un poema le sale una receta de cocina
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