Preguntado el asesino de Carlos Palomino, en el juicio que se celebra contra él estos días, si se consideraba un patriota al muy imbécil no se le ocurre otra que contestar: "Sí, a mí me gusta que gane la selección española y eso." Hace más de diez años (Dios cómo pasa el tiempo!!!) a mi compañero Raúl se le ocurrió la mejor definición que he oido nunca de España : "es el equipo con el que voy en los mundiales". Raúl, cienmil veces más inteligente que el asesino de Carlos Palomino, y posiblemente otras cienmil veces más que el propio Carlos Palomino, pronunció la frase con toda la carga irónica de la que era capaz, que era mucha, y sin embargo hay un tipo, ¿uno sólo?, que realmente entiende España como si de un forofo se tratase, con todo lo que conlleva, asesinato de forofo del equipo contrario incluido. Es lo que tienen los nacionalismos, quienes lo entienden desde la perspectiva forofa son tan cerrados como cenutrios y demás adjetivos que se te ocurran, y los nacionalistas españoles no iban a ser una excepción. Así, se enojan como auténticos energúmenos cuando a otros nacionalistas les da por demandar el uso de su propia lengua, ciertas costumbres culturales o la independencia política. LlegarÁ un día en que la gente se dé cuenta de que ser español es tan artificial y estupido como ser catalán, vasco, o de cualquier otro sitio. Si los padres del asesino de carlos Palmino, cinco minutos antes de nacer él se hubieran instalado en, no sé, Filipinas, ahora sería un auténtico nacionalista filipino que aborrecería de todo lo extranjero de forma tan irracional como hace ahora, y además sería un gran forofo d ela selección filipina de alguna cosa, así de estúpido.
La izquierda siempre ha sido antinacionalista (proletarios del mundo uníos, recuerdas?) de ahí mi rechazo a los nacionalismo, siempre excluyentes, otra cosa es el grito de un pueblo (un pueblo no es un estado, es una nación en todo caso) ante una situación de colonialismo como la que sufrieron, por ejemplo, muchos pueblos americanos, africanos o, en la propia Europa, otros tantos, de ahí que la izquierda se sume a luchas de Liberación Nacional, que no son sino luchas antiimperialistas.
Deberíamos luchar por la gente, la gente es la que construye los pueblos y no a la inversa, no soy como soy por tener un pasaporte, mañana mismo me puedo nacionalizar en cualquier otro país y no dejar de ser quien soy, por eso las luchas nacionalistas, en general, son estúpidas, por eso es estúpido decir soy español, no eres español, eres un ser humano que por circunstancias vives en un estado con fronteras artificiales modificadas a lo largo de la Historia, y susceptibles de ser modificadas de nuevo.
Por eso la reducción al absurdo de Raúl era tan acertada, una nacionalidad se convierte, en este mundo globalizado, en algo así como ser seguidor de un equipo, y si algo tan risible como eso puede condicionar tu vida es que eres tan estúpido como el asesino de Carlo Palomino.
Seguro que todos conocemos españoles fantásticos y a otros completamente anormales, seguro que en Arenys de Mar hay gente estupenda y unos auténticos imbéciles, ¿qué más da cómo se defina cada uno? Qué más da si pagan impuestos a un estado u a otro?, lo importaNte es cómo se reparten estos, no? Que no existan discriminaciones enTre españoles ricos y españoles pobres, entre catalanes ricos y catalanes pobres, esa debería ser nuestra lucha.
Fijaos, antes de 1990 en Yugoslavia nadie se preocupaba de si su vecino era esloveno, croata o bosnio, la gente se preocupaba de vivir, de tener casa y comida cada día, en el momento en que a algunos les interesó insistir en las diferencias de procedencia...
A quién le interesa que en lugar de pensar en si tenemos o no para comer o en si la vivienda es asequible para todos o en si hay un proporcionado reparto de la riqueza pensemos desde puntos de vista nacionalistaS? ¿quién se beneficia si creemos que el enemigo es ajeno a nosotros?
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