J.

Llevo un mes dando clases en Brunete, bueno, un mes en el instituto, dando clase poco más de una semana, y hora y media de trayecto diario, tres horas en total, porque tengo volver a casa, me están matando, amén de dejarme sin tiempo para contarte en el blog. En realidad yo no quería ir a Brunete, lo cierto es que cuando me asignaron este destino fui a la Consejería y les dí las gracias y tal pero les dije que, realmente, yo quería dar clases en el Ramiro que es donde estudian mis amigos, y que si, (por favor, y todo) me cambiaban porque....patada a seguir y cada mañana madrugón y Brunete.
No hay mala gente, de todos modos, ni malos compañeros, que ya es bastante. Además, a los chicos de mi tutoria les ha dado por llamarme J., ya les vale la tontería, que son de 1º de Bachillerato [nuestro 3º de BUP] pero, mira, bien pensado no es un mal mote. Al tonto de la clase, le hizo gracia, cuando les pasé el listado con los nombres de sus profesores que apareciera uno llamado J. Oliva, también habiá un F. Vera, pero este no le hizo gracia, y como yo soy más tonto aún, pues acepté que J. era mi nombre y tan contentos. Como quiera que doy clase a ocho grupos distintos (cosas de compartir horas con Filosofía) en una semana medio instituto ya me llama J., lo que debe ser todo un record o algo.
Bien visto, y pensando que seré doctor en breve, mira así te cuento que la tesis ya ha entrado en su última fase de papeleos varios, que ya está aprobado el tribunal y que puede que en un par de meses ya la defienda, digo, aprovechando que seré doctor, me convertiré, así como quien no quiere la cosa, en el Doctor J. pseudónimo que me viene muy bien, teniendo en cuenta que el Dr. J. original también se llama Julius, salía en un capítulo de Frasier (algo que yo siempre he deseado) y los que me habéis visto jugar al baloncesto encontraréis enormes similitudes.






Salvo que el Dr J. es negro y llevaba un peinado horrible, igualitos....