PERO, ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN GRECIA?

En los últimos días los medios han venido recogiendo diversas noticias acerca de las movilizaciones de protesta que viene sucediéndose desde las últimas semanas en Grecia. En un reduccionista y simple análisis podemos comprobar que todo es consecuencia del asesinato, por parte de la policía, de Alexandros Grigoropoulos, un joven de quince años. Sin embargo, esto no es del todo cierto, en el último año Grecia ha vivido diversas jornadas de movilización que en el último trimestre han incrementado su número. Alexandros participaba en una de estas movilizaciones, convocada por estudiantes de secundaria (los medios se refieren a movilizaciones anarquistas, e incluso hablan de barrio anarquista al mencionarExarchia, un barrio como Gracia, o Lavapies) reivindicando mejoras en la educación pública, cuando la desproporcionada reacción policial acabó con su vida, en la tarde del pasado sábado, 6 de enero.

Las movilizaciones no son sino la evidencia de que la crisis afecta de forma más virulenta en aquellos países en los que el estado fue previamente desmantelado por parte de gobiernos liberales, desamparando a sus ciudadanos en momentos de debilidad económica como el que vive Grecia en la actualidad. Las pocas expectativas de futuro para la juventud griega, agravadas por los intentos por parte de las autoridades académicas de implantar el Plan Bolonia en el ámbito universitario, respondido por los estudiantes con numerosas manifestaciones de protesta, se suman al aumento del paro, la carestía del nivel de vida, la degradación de los servicios públicos… que se muestran de forma más palpable desde 2004, año en que Nueva Democracia ganase las elecciones generales.

Las protestas por parte de grupos sociales contra las políticas neoliberales del gabinete presidido por Kostas Karamanlis, han sido respondidas, desde el ejecutivo, con una desmesurada violencia por parte de la policía que hace dos años apaleó a un estudiante chipriota en Tesalónica, golpeó brutalmente a un profesor universitario en el contexto de las manifestaciones contra el Plan Bolonia, y recibe constantes denuncias por el maltrato en las comisarias hacia los detenidos. La muerte de Alexandros, sólo es un ejemplo más de la habitual violencia con la que la policía griega sofoca las movilizaciones sociales.

La respuesta por parte de sindicatos, estudiantes, partidos de izquierda, asociaciones vecinales, no ha tardado. Los estudiantes universitarios han tomado varias facultades en Atenas y otras ciudades como Iaonina o Tesalónica, a su vez, los estudiantes de secundaria han convocado una huelga de tres días que concluye hoy mismo, día en el que los sindicatos ya habían convocado, con anterioridad al asesinato de Alexandros, una jornada de huelga general demandando medidas contra la crisis económica que padece Grecia. Por primera vez, en muchos años, la izquierda griega se une en una movilización conjunta. Es pronto para deducir consecuencias, menos a nivel internacional, pero se atisba un cambio…

En Chicago los trabajadores de Republic Windows & Doors ocupan la fábrica desde el 5 de diciembre en demanda de los salarios que la empresa les debe.

REINCIDENTES. Mi generación