ha dicho Mari, entre extrañada y divertida, cuando ha leido que mañana, con Público, puedes adquirir El Capital, sí ese El Capital. La publicidad es muy buena "Otro economista (sic) hablando de la crisis. Sólo que éste lo hizo 141 años antes" Karl Marx (más filósofo que economista, me temo) publicó una primera versión de El Capital en 1867, y en los años ochenta del siglo XIX aparecieron dos volúmenes más, editados por F. Engels, a partir de los manuscritos que dejara Marx antes de su muerte. No se trata, no obstante, de un ensayo económico, pese a sus aplicaciones en este campo, sino que Marx, en El Capital, pretende analizar, y dar una explicación a las sociedades modernas, industrializadas, sobre su funcionamiento basado, según Marx en las relaciones de dependencia entre los capitalistas y los asalariados.
Así, el sistema de las sociedades industrializadas se basa en el intercambio de fuerza de trabajo por salario, la gran novedad de las sociedades contemporáneas, con lo que el trabajo se convierte en una mercancía más sujeta a las leyes de oferta, demanda y costes de procudcción, por tanto. Sin embargo, las relaciones entre empresario y trabajador son desiguales en tanto que el trabajador aporta más tiempo del necesario en producir lo equivalente a su salario, es decir, el trabajador aporta una hora de trabajo para producir 100 euros de beneficios, por ejemplo, de los cuales sólo cobra una parte, más o menos reducida, al resto de los beneficios, el capitalista lo llama plusvalía. esta plusvalía, monopolizada por los empresaios, se convierte en un nuevo valor acumulable. La necesidad de aumentar la plusvalía, los beneficios de los empresarios, lleva al descenso de los salarios pero a su vez la necesidad de dar salida a la producción requiere de descensos de precios, que se adecuen a los salarios de los consumidores, para contrarrestar el descenso de los precios es necesario aumentar la producción y convencer a los consumidores de la necesidad de consumir, para aumentar la producción es necesario una mayor inversión del empresario que demandará mayor plusvalía y descender los salarios y los precios y aumentar la producción y... ¿qué ocurre cuándo la producción aumenta por encima de la demanda? que el mercado se satura, y son beneficiados aquellos empresarios que pueden acumular, en diversos sectores, plusvalía.
Llega un momento, entonces, en que el número de empresarios se reduce, las diferencias entre los capitales acumulados se dispara, los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, hasta un punto en que los empresarios se ven ante la necesidad de colaborar con las instituciones políticas ante la amenaza que pudieran suponer las masas obreras ajenas a los beneficios, y colaboran financiando campañas electorales, estudios de mercado, libros de texto...
Todo esto se le ocurrió a Marx hace siglo y medio, y es una perfecta explicación de lo que sucede en la actualidad, por muchos sabios de "el marxismo está anticuado, Julito, supéralo ya!"
Hemos recordado, de paso, esa fantástica película de Nanni Moretti "Io sonno un autarchico" en la que el protagonista abre una edición de El capital y tras leer los primeros párrafos dice: "Maldita sea, esto es muy dificil, debería hacerme de otra ideología"
De ahí que Público se decante por la versión de Gabriel Deville, algo menos tostón que la original, prologada por Pasqual Maragall.
(por cierto, mi ordenador sigue sin funcionar, suerte del portátil)
PINK FLOYD. Money.
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