Resulta que hay un equipo de astrónomos estadounidense peleado con otro equipo austríaco por decidir cuál de los dos descubrió primero no sé qué meteorito que se aproxima a La Tierra. Ambos lo han medido, lo han situado en el espacio, le han dado nombre, y ahora se pelean por saber cuál de los dos equipos tiene razón. Los atenienses se mofaban de quienes afirmaban que la luna de Corinto era más hermosa que la luna de Atenas. Imagino que el día en el que se dieran cuenta de que,  en realidad, se trataba de la misma luna Alejandro ya estaba a las puertas. Es lo que tiene la realidad, que suele darle más valor a unos bárbaros macedónicos que a un poema ático. y así vamos. El día en el que el meteorito nos impacte en la cabeza estos todavía estarán intentando consensuar un nombre.
Te ponías maravillosamente engreida cuando preguntabas cómo definen bello quiénes no han visto el final de Muerte en Venecia, y cómo explicarles que están equivocados.
Y te imagino escribiendo a los astrónomos esos para decirles que no es el meteorito,
que son sus ojos.




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