En los Institutos públicos de educación secundaria para que una asignatura optativa pueda impartirse debe haber un mínimo de quince alumnos matriculados. Hace unos años, cuando daba clase en Valdebernardo los del departamento de dibujo , o tal vez fuera Tecnología, presentaron una optativa sin que, según ellos, el equipo directivo la promocionara adecuadamente por lo que no se pudo impartir al no cumplir con el requisito de los quince alumnos matriculados. Con asignaturas obligatorias de un determinado itinerario pasa lo mismo, y así en Latín o Historia del Arte si bien no es necesario contar con un número determinado de alumnos los centros pueden plantearse no ofertar asignaturas como estas si no hay una suficiente demanda. El año siguiente de impartir clase en Brunete algunas de mis alumnas tuvieron que matricularse en otro centro porque Brunete ya no ofertaba clase de Latín o Historia del Arte, el profe de Latín también tuvo que irse. Me acordaba de todo esto leyendo en Público los datos de este informe realizado por 61 diócesis para la Conferencia Episcopal Española en el que se indica que tan sólo el 58 % de los alumnos matriculados en ESO en centros públicos cursa la asignatura de Religión Católica, el porcentaje desciende hasta el 21% en los alumnos de Bachillerato, con lo que ¿por qué no se aplica el mismo rigor en el caso de una asignatura optativa como es la Religión Católica y se elimina de los centros por falta de demanda? Más aún cuando la administración paga a los profes de religión católica pero recorta por otros muchos lados.
Hace poco se cumplieron 25 años del Graceland, de Paul Simon, una de las joyas de la discotequa de Mari.
2 comentarios:
Yo protestaría por no poder impartir asignaturas, no porque se impartan....en fin.
Pue sí, me manifiesto en contra de la asignatura de Religión Católica. Tú mismo, en este mismo blog, has protestado por la de Educación para la Ciudadanía, a si que no nos vengas con estas, mi querido Alfonso.
Un abrazo
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