Como soy un envidioso después de leer la última entrada de La vida es cuento, me ha dado por participar en el concurso de microrrelatos que comenta Eduardo, no por hacerle la competencia (no tengo nada que hacer ante el autor de Eneas en autobús) sino por retomar, sólo de forma testimonial, y sin que sirva de precedente, aquello que hace años era casi una obligada liturgia: enviar a alguna editorial y/o concurso esas cosas que ahora sí han encontrado su huequito en A veces llueve.
El caso es que Eduardo nos habla del concurso que organiza SM, te enlazo aquí, que consiste en completar, con no más de ciento sesenta caracteres, un relato cuyo comienzo es el siguiente: No quedaban libros...
y a partir de ahí lo que se te ocurra
A mí sólo se me han ocurrido cuatro palabras más. En fin, uno empieza a repetirse y claro.
No quedaban libros...pero tanto por decir.
Pásate por la web del concurso y juega con nosotros. Igual hasta ganas y todo.
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