...como en esos días en que las facturas y la publicidad de un nuevo restaurante y, tan siglo XX, un sobre verde en este mundo de la horrible inmediatez de las cartas electrónicas, privándonos de ese doloroso hormigueo camino del buzón de otro tiempo en el que escribirnos era el preludio a un beso de letras que podía estrechar con mis manos, oler una tarde de frutas o una taza de té o guardarla en el bolsillo de la camisa, y leerla de nuevo en el autobús.
Abrir el sobre y encontrar, siempre fuiste más creativa que yo, y mejor escritora, por qué negarlo, cientos de pedazos de papel (tampoco se puede romper una carta electrónica, simplemente desaparece, como si fuera tan fácil) cientos de momentos que se vuelcan sobre la mesa, alguno cae al suelo como si huyera de
Nos hemos roto tantas veces que ya no somos capaces de encajarnos las piezas de nuevo, y lo que en principio era como en un caleidoscopio; la posibilidad, tras agitarlo, de nuevas combinaciones para un maravilloso espacio multicolor que llenábamos de adjetivos y de besos, ahora es un compendio de frases, de excusas, de piezas desgastadas que dejaron de encajar, puede que, incluso, alguna ya se haya perdido como en esos viejos puzzles que aparecen, no sabemos por qué, en los desvanes del recuerdo, para provocarnos una sonrisa triste, y hasta una lágrima si el día acompaña con gris y niebla.
Nos hemos roto tantas veces, amor mío, que te quiero en sílabas desordenadas, en pedazos de papel que, sólo a veces, tengo fuerzas para unir por un instante y comprobar que, en cada intento, falta la tarde en que no me atreví a tomarte de la mano o los ojos cansados tras el humo del cigarro que espera a la salida de las clases de francés o el taxi en el que dejaste a la ciudad deshaciéndose a tu espalda.
Y a cada ausencia soy menos yo, lo sé, o menos nosotros, o más otra que comienza o que continúa, más bien, o que rompe esta cuartilla para que seas vos quien la componga de nuevo por si a ti sí te salen las frases correctas.
Pero, nada, en todas las combinaciones me faltan piezas, posiblemente las que a ti te sobran.
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