COMENTARIO DE TEXTO

Ayer se hicieron públicas las notas de selectividad con lo que el instituto se llenó de lamentos y quejas varias porque los resultados no han sido tan buenos como esperábamos. Sin embargo ya se preveía cierto pequeño desastre en algunos casos y la caída no ha sido tan catastrófica. La selectividad ha cambiado mucho en los últimos años, por ejemplo, yo saqué mi mejor nota en un examen de Comentario de Texto, hoy suprimido. El examen evaluaba la capacidad del alumno a la hora de comprender un texto e interpretarlo. Creo que resultaba muy útil pues no era posible aprobar memorizando nada previamente con lo que había que trabajarlo. Saqué un 7.5, o algo así, que no sirvió de mucho para mejorar mi media, tal vez sea el momento de no decir que suspendí selectividad, saqué un 4.2, a partir de 4, 00 ya te hacen media con las notas del instituto luego la media me dio justito para hacer Historia. Lo cierto es que hoy el Comentario de Texto ya no es requisito necesario para acceder a la Universidad, con lo que los universitarios no suelen estar duchos a la hora de interpretar un texto y/o entenderlo.

De ahí, supongo, que cuando un texto dice

...Pero, yendo al fondo de la cuestión, y dirigiéndome ahora al PSOE, partido al que me gustaría ver recuperando al menos una parte de su honor perdido, ¿es verdad -es incluso posible- que ustedes no vean que el problema no es que haya una pequeña banda (pero además enorme) de asesinos de largos colmillos y sedientos de sangre que, como ustedes y sus amigos dicen, sólo saben y desean matar? ¿Es verdad, pues, que ustedes no ven algo tan visible como esto: que aquí hay un serio conflicto político que sólo podrá resolverse en términos políticos? ¿Es verdad, en fin, que ustedes no se han dado cuenta todavía de que la solución de este conflicto, que tantos dolores acarrea, está en la posibilidad de una negociación? ¿A qué medios «más contundentes» se refiere usted, señor López? ¿Va a seguir detrás de las ideas gasógenas de ese pobre tipo del PP al que antes he citado?
De ser así, Dios nos coja confesados, porque nos esperarían y amenazarían tiempos de mucho dolor en lugar de la paz, que nunca se conseguirá, evidentemente, si lo que deciden ustedes es aniquilar a una parte mayor o menor de nosotros...

alguien lo interprete como un conjunto de amenazas que el autor realiza sobre otro u otros, cuando en realidad, es el autor quien se siente amenazado. Partiendo de una interpretación errónea, otros, a su vez, sin molestarse en leer el texto original, asumen la errónea interpretación dedicándole insultantes adjetivos a un autor al que ni si quiera han leído.

Os dejo el enlace al artículo original, La prosa y la política, publicado por el prestigioso dramaturgo Alfonso Sastre en Gara el pasado 21 de junio para que lo leáis y saqueis vuestras propias conclusiones, como pareciera lógico antes de opinar sin conocimiento de causa, no, amigos?