lunes, 10 de septiembre de 2012

INICIO DE CURSO

Hoy, Nicolás ha comenzado el colegio y aunque el curso anterior ya fue a la escuela infantil aún se me hace cuesta arriba ver cómo va haciéndose mayor aunque todavía no haya cumplido tres años, ya ves. Le hemos matriculado, claro, en una escuela pública. Digo claro no porque yo trabaje en la educación pública sino porque creemos que aquí están los mejores profesionales y se presta un mejor servicio que en la concertada o en la privada, por más que la administración se empeñe en evitarlo. Llevamos años luchando por la escuela pública y nos parece coherente integrar a nuestro hijo en su sistema, evidente.
 La semana pasada fuimos convocados por la escuela para que nos explicaran algunas pautas a seguir los primeros días: los horarios del periodo de adaptación, los materiales a llevar...nos informaron de que el centro aún está a la espera de la llegada de cuatro maestros más que la administración todavía no había nombrado. Hubo llamamientos el viernes lo que implica que hoy mismo habrán llegado, con un poco de suerte, los cuatro y habrán tenido que empezar sus clases sin que previamente conozcan el centro, el entorno socio económico del barrio, el proyecto educativo, sin poder planificar el resto del curso...es un plan premeditado de los responsables de la administración, no es un hecho puntual. En su plan por desprestigiar lo público el gobierno de Esperanza Aguirre viene recortando recursos desde mucho antes de la crisis. El hospital donde trabaja Mari está a punto de cumplir cinco años en funcionamiento y de los cuatro edificios de los que consta uno sigue cerrado, además el personal médico que trabaja en él fue desplazado desde otros hosptales; no se convocaron oposiciones para cubrir las nuevas necesidades. El objetivo de la administración es desprestigiar lo público hasta que el usuario se decante masivamente por las opciones privadas de tal modo que la administración pueda reducir la inversión pública alegando que los usuarios no demanadan los servicios públicos. En el inconsciente colectivo ya empieza a instalarse la idea de que los servicios públicos son peores que los privados, algo del todo incierto. Uno de mis mejores amigos me cuenta que su hijo, de la edad de Nicolás, matriculado en un colegio concertado, tienen otros 26 compañeros en su aula. 27 niños de tres años en un sólo aula es una barbaridad, ya lo es que Nicolás en la pública tenga 24 compañeros, su maestra se refirió a este hecho como una desgracia. Es prácticamente un caos, amén de antipedagógico, un aula con tantos niños, aún así la concertada tiene mejor publicidad que la pública, ves?
En fin, se perfia un otoño movido que me va a dar mucho juego para contarte sobre la escuela pública...y sobre Nicolás, ya que estamos.




2 comentarios:

rosicler dijo...

Bravo Julio,
Así se hace país, con coherencia

J. Oliva dijo...

la coherencia eslo que hace que podamos llevarnos bien con nosotros mismos.