miércoles, 2 de marzo de 2011

LOS BUENOS Y LOS MALOS

Veo las noticias sobre Libia en la tele donde aseguran que el trabajo de los periodistas es imposible de realizar porque el régimen de Gaddafi les impide acceder a la información mientras los muertos se cuentan por centenares cada día, insisten esos mismos reporteros, y me pregunto, ¿quién cuenta los cadáveres si el régimen de Gaddafi les impide etc.?

Carlos Caravantes me dejó el Libro Verde de Gaddfi, obra que el líder libio firmó, en los setenta (digo firmó porque dudo mucho de que él la escribiera) en la que se concretaban las líneas maestras de la revolución que encabezó en 1969: Democracia Popular, con un sitema de participación ciudadana parecido al soviético, Socialismo para redistribuir la riqueza, e implantación de la Tercera Teoría Universal, en materia social (una especie de igualitarismo panarabista) me gustó tanto el libro que lo fotocopié y unos años más tarde pude comprarlo en la Feria del Libro Antiguo de Madrid, lo tengo aquí mismo al lado del teclado. Libia se posicionaba claramente del lado socialista en los años setenta, lo que convertía a Gaddafi en un referente político para la izquierda internacional, más aún cuando apoyaba abiertamente a organizaciones revolucionarias como la OLP, las FARC o ETA en sus acciones terroristas. Libia, además, cuenta con el as que supone ser uno de los países productores de petróleo más importantes del planeta. Así, en los ochenta, los Estados Unidos se fijaron el objetivo de derrocar a Gaddafi por sus intereses petroleros llegando a bombardear Trípoli en 1986. Gaddfi era el malo oficial de la época como antes lo había sido Fídel y más tarde lo sería Sadam Hussein. Pero la desaparición de la URSS dejó en jaque a muchos regímenes izquierdistas y Gaddafi decidió pasarse del lado de los buenos que recibieron con los brazos abiertos al hijo pródigo y sus barriles de crudo. Libia era un ejemplo de país capitalista, (incluso elogiado por Ansar) las multinacionales se instalaban en Trípoli, los líderes mundiales se fotografiaban con el hábil político libio y todos esos etcéteras entre los que se incluyen una familia de imbéciles caprichosos y un pueblo desatendido modelo FMI.
Pero ahora que el pueblo Libio pide reformas Gaddafi vuelve a ser de los malos por hacer lo que le dijeron que hiciera, con las armas que le vendieron esos mismos y de la forma en la que le entrenaron, y Estados Unidos vuelve a amenazar con bombardear Trípoli y la UE que no sabe a qué atenerse hasta saber qué pasará con el petróleo libio titubea en acento canario de nuestra Ministra de Exteriores mientras se alienta el golpe de estado contra Gaddafi con la seguridad de que esta de nuevo es una revolución de nombres y no de verbos.

Se me ocurre que tras Nasser, Al Sadat reconvirtió la Revolución egipcia en una dictadura de derechas y que lo mismo hicieron los conservadores argelinos quitando de en medio a Ben Bella y que la República Democrática del Yemen dejó de ser socialista en 1990 cuando se unificó con Yemen del Norte y el derechista Saleh fue elegido presidente (siéndolo hasta el día de hoy pese a la oposición de su pueblo) y me pregunto si tendrá algo que ver el cambio de políticas socialistas por políticas derechistas con todas las movilizaciones que vivimos hoy en estos estados y en los tradicionalmente conservadores o será solo una casualidad.

Después apago la tele y me voy a dormir, por si acaso.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto me viene genial para refrescar cosas que di en historia el curso pasado y para aprender otras, claro está. Sigue ilustrándonos de vez en cuando, por favor.

Anónimo dijo...

Ay el FMI, ese Dios omnipotente, una vez encarnado brillantemente por Rodrigo "Gescartera" Rato. Y si este era el bueno del PP,¿qué nos queda?

Bueno, por lo que se puede leer por ahí, parece que todas estas revoluciones vienen de tiempo atrás y están motivadas por el descontento de las clases trabajadoras, ¿no? entonces, ¿es que nosotros somos más tontos que los egipcios, tunecinos, libios etc y nos sentimos satisfechos porque tenemos acceso a todo tipo de aparentes comodidades, como un sinfín de artefactos tecnológicos, luz, ducha de agua caliente, calefacción y comida de plástico en el mercado? ¿O no será que tales comodidades y lujos son en realidad superfluos y desvían la atención de las cosas verdaderamente importates, que no hace falta mencionar? Porque si no, ya me contarás...
Y encima bajan la velocidad a 110 y se enfadan. Tal vez el motivo aducido es execrable, sobre todo en este momento, pero mira las cifras de muertos en las carreteras por las altas velocidades y la emisión de ventosidades...

Alfonso dijo...

....y que más da socialista, derechista, castrista, stalinista.....un dictador es un dictador y su orientación política es siempre solo una excusa.
Además, bien pensado no existe la democracia en este planeta. Los paises supuestamente democráticos lo único que hacen es elegir a su dictador cada 4 años....

J. Oliva dijo...

Solo de vez en cuando, Natalia.

No sé, Ricky, seguro que hay lucha de clases??? leemos a los mismos tipos, sin duda, pero esta vez, no sé. De todos modos, si estuviéramos descontentos podríamos votar otras opciones, cosa que en Libia no pueden, aunque Alfonso lo llame votar a un dictador, no te has pasado un poco, amigo????
pero ya ves, Ricky, las encuestas hablan de victoria del PP, es decir, más de lo mismo. Vamos a tener que entrar en campaña!!!