viernes, 28 de mayo de 2010
THE SUN IN YOUR EYES MADE SOME OF THE LIES WORTH BELIEVING
Dime que no es martes. Dime que eres capaz de abrir los ojos y decir hoy no es martes como quien dice se ha acabado el café y lo anota en la libreta, pegada a la nevera, junto a todo lo demás que también se ha acabado hoy, que no es martes, que te peinas, frente al espejo, el resto de la semana, y hasta te permites tararear con la radio pronosticando veinte grados y un agradable paseo vespertino, aunque no sea martes, aunque te mires fijamente y dudes por ese breve instante en el que has oido tu propio eco y has cerrado, con sobresalto, la puerta no vaya a colarse este martes amarillo, enfermo y desubicado, casi olvidado en tu hombro izquierdo, como un beso incapaz de escalar hasta tus labios, como el peso que cuelga a juego con los zapatos en donde guardas tabaco, un billete de autobús, el paraguas por si llueve.
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