viernes, 7 de mayo de 2010

MASH

Vimos Los hombres que miraban fíjamente a las cabras (Heslov, 2009) con cierta incredulidad que fuimos superando, a medida que la peli avanza, hasta rendirnos ante la película más absurda que hayamos visto nunca. Con todo, sinceramente, me parece más que recomendable. Todo un discurso antibelicista a base de situaciones que rayan lo paranóico sumado a unas intrepretaciones, a mi juicio, formidables. Puedes leer numerosas críticas absolutamente negativas y radicalmente demoledoras sobre ella, pero si te fías, échale un vistacito. No es necesario estar colocado para entenderla. Es más, nosotros la vimos de lo más sobrio y nos encantó. Más aún, cuando terminó, así con una escena en la que un helicóptero remonta el vuelo, me atreví a compararla con el cenit del cine antibelicista en clave de humor: exacto! La comparé con MASH. Comparación que hoy no mantengo, por otra parte, porque a cabo de volver a ver MASH y, en fin, es otra cosa; es una obra maestra.

Ambientada en la guerra de Corea, MASH, (Altman, 1970) cuenta la cotidiana vida en un hospital de campaña estadounidense en el que la locura aparece como el último recurso para no volverse loco. El dilema moral que se le plantea a los responsables médicos del hospital militar sabedores de que la mayoría de sus pacientes, una vez recuperados gracias a su labor, volverán al frente, se resuelve apostando por el absurdo, la coherencia de unos profesionales implicados con su trabajo y la conciencia de que sus vidas dependen de unos intereses que no son los mismos que los de un grupo de hombres y mujeres movilizados a la fuerza. De ahí que el suicidio de unos de los personajes, un momento clave, se plantee como otra opción válida ante la fatalidad del ser humano, (MASH no es sólo una película de humor) acompañado de un fantástico tema, de Johnny Mandel, llamado Suicide is painlesss. una de mis canciones favoritas.





Es evidente que aunque el escenario fuera la guerra de Corea, en pleno año 1970 la película remitiera, claramente, a la guerra de Vietnam, de ahí que el guión pasara desapercibido y la distribución fuera muy reducida, en casi toda Europa Occidental se proyectó en pases para mayores de 18 años. Esta condición de película menor, lo que hoy llamaríamos independiente, aún siendo una película de la 20 Century Fox, propició que pronto se convirtiera en eso que los horteras denominan película de culto.
Ridiculizando cualquier discurso patrioterista y si perder un ápice de vigencia, MASH cumple, este año, unos fantásticos 40 que la mantienen en plena forma. Os dejo el trailer

2 comentarios:

Escrito en la pared dijo...

Me encanta la película de Altman y me encanta la canción". 100% conexión.

Una brazo!

J. Oliva dijo...

No podía ser de otro modo mi querido Guillermo...