TITULARES

Ya ves lo que pasa. Se ha constituido un grupo en el Parlamento Europeo con clara inspiración fascista y el nombre de Europa de la libertad y la democracia, ya sabes, la ultraderecha siempre con esos nombres tan paradójicos, como ocnsecuencia de la enorme abstención que provocaron las últimas elecciones. Los escaños se cubren votemos o no, y si no votamos se los llevan estos. Cierto que resultan una excepción en el Parlamento, y una minoría, pero, suficiente, parece ser, como para crear un grupo propio. Ahora empiezan las voces de alarma y quienes se rasgan las vestiduras, aquellos políticos profesionales que hablan de voto de castigo y llamada de atención, pero no sólo ellos tienen que lamentarse, los responsables últimos de que esos tipos entraran en el Parlamento somos nosotros. En Espartaco, la magnífica pelicula de Kubrik se expone en el senado romano la disyuntiva entre ceder el poder de la agotada y corrupta república a un dictador que la regenere con mano firme y la continuidad desde el sistema vigente. Ya sabemos qué ocurió en Roma en nombre del propio pueblo romano. La historia tiende a repetirse.

(posiblemente en esta escena Laughton, como Sempronio Graco, está hablando de esto. Échale un vistazo a la peli si no lo has hecho ya)




Y hablando de fascistas, El Gran Wyoming escribía el pasado domingo en Público, con su lengua viperina, la extraña relación entre la Iglesia Católica española y los símbolos que adornan muchas iglesias recordando a los muertos de uno de los bandos enfrentados en la Guerra Civil. Se ve que los del otro lado no van al cielo. Los tribunales han decretado que la Iglesia es una institución privada y puede decorar su templos como le dé la gana, correcto, por tanto, entiendo que el dinero público de todos los españoles, de los familiares de los del otro bando también, ya no sufragarán más a una institución privada.

Entonces como a la política profesional se le viene encima una para la que no está preparada, y porque, no olvidemos, la política nos afecta a todos, en Barcelona es posible ver estos días unos carteles que dicen "Fes-te donnat d'idees" (hazte donante de ideas) que falta nos hacen. Algo así como, "oye, qué hacemos que a mí no se me ocurre nada". Genial iniciativa, que si no fuera patética, daría risa.

Y como también nos gustan los deportes, cabe mencionar que el TAU ha fichado a Lior Eliyahu, el jugador israelí más prometedor desde el mítico Doron Sheffer, y qué? me dirás, pues parece que eso no ha sentado bien entre un minoritario grupo de seguidores, porque el tal Eliyahu es israelí, y entienden, esos desinformados fans, que ser israelí te convierte, por ende, en exterminador del pueblo palestino. Resulta que Eliyahu se ha posicionado públicamente a favor del proyecto sionista del actual gobierno israelí y a favor, también, de la última masacre que el gobierno de Israel provocó en Palestina hace sólo unos meses, lo que convierte a Eliyahu en un imbécil pero no en un genocida. Imbéciles en el mundo del deporte ha habido muchos y los seguirá habiendo como en cualquier otra profesión. Ultraconservadores son casi todos, e ignorantes la inmensa mayoría. Sin embargo, un gran jugador como Eliyahu es un fichaje fantástico para cualquier equipo. Cierto que nuestros equipos podrían posicionarse abiertamente contra el genocidio palestino, o el golpe de estado en Honduras o el bloqueo de Cuba pero no podemos esperar eso de empresarios que entienden el mundo del deporte como una forma más de hacer negocio, luego disfrutemos del juego de Eliyahu, apoyemos a nuestro equipo y pasemos de bobadas como boicotear al jugador sólo porque sea un imbécil. Hace unos años Adecco patrocinó a Estudiantes y los aficionados gritamos Adecco No, estu Sí. Ahora Adecco patrocina la Liga LEB y tan contentos, esto es un juego lo que no excluye que seamos concientes del mundo y de sus problemas, pero un juego en definitiva.

Bueno, y un poco de música para un buen finde.